Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

SANIDAD

El servicio de cirugía cardiaca que creó Oriol Bonnín en Mallorca cumple 20 años reparando corazones

Son Espases homenajeó ayer a los impulsores de un departamento que ha hecho 10.200 operaciones y que comenzó un mes de noviembre de hace cuatro lustros con el fallecimiento de su primer paciente

Imagen de todos los profesionales sanitarios implicados en la creación de un servicio de referencia. CAIB

El salón de actos de Son Espases acogió ayer la celebración por el veinte aniversario del servicio de Cirugía Cardiaca que montó en el entonces hospital de referencia de Son Dureta Oriol Bonnín, un eminente cirujano catalán que ya intervenía corazones desde hace unos años en los quirófanos de la Policlínica Miramar y que lo hacía porque, como ha confesado muchas veces desde entonces, estaba harto de ver el pésimo estado coronario en el que llegaban al hospital barcelonés de Sant Jordi los pacientes derivados desde Balears, una comunidad autónoma que aún carecía del servicio de cirugía cardiaca.

El servicio inició su actividad en un mes de noviembre de hace veinte años con un debut inesperado -el primer paciente intervenido fallecido poco después de la operación- que colocó al departamento bajo la lupa y la presión de los medios de comunicación, explicó el doctor Fernando Enríquez, que locutó de forma emotiva un montaje fotográfico de la trayectoria del servicio. «Pasamos de una mortalidad inicial del cien por cien a una del 2% en el primer año de actividad», se congratuló el cirujano.

Tal y cómo detalló el propio centro de referencia en un comunicado, desde su puesta en marcha el servicio ha realizado 10.200 procedimientos quirúrgicos, de los que 9.460 han sido mayores.

El servicio ha destacado por la búsqueda de la excelencia en la calidad asistencial, lo que lo ha convertido en un centro de referencia nacional e internacional en diferentes procedimientos quirúrgicos, como la reparación de la válvula mitral. Esta apuesta decidida por la mejora continua le ha valido la obtención del prestigioso «Premios TOP 20» en el Área del Corazón en los años 2009, 2010, 2011, 2013, 2014, 2015, 2016 y 2020, como reconocimiento de los resultados quirúrgicos y de la baja tasa de complicaciones. 

«Hemos venido de centros diferentes con virtudes diferentes y todos hemos aprendido de su maestría», resumió el doctor Enríquez aludiendo a la figura de Oriol Bonnín, una persona que ha recibido todos los premios y galardones que una sociedad agradecida como esta ha tenido a bien concederle por su trayectoria aún inconclusa.

Modesto y generoso como lo ha sido durante toda su carrera, el doctor Bonnín reconoció la colaboración y la entrega de compañeros de otros servicios médicos del hospital, entre los que citó expresamente al anterior jefe de la UCI, Jordi Ibáñez, y, en un tono más general, no se olvidó de los cardiólogos que deciden qué pacientes deben pasar por el quirófano y se encargan de su seguimiento posterior; o de los perfusionistas, enfermeras y auxiliares de enfermería... «todo esto ha sido posible gracias a los equipos que tenemos alrededor», subrayó.

Oriol Bonnin y Saenz de Ibarra B. Ramon

Su continuador al frente del servicio, José Ignacio Sáez de Ibarra, una apuesta personal del propio Bonnín que se lo trajo a Palma desde los quirófanos en los que intervenía en París, se congratuló de un cumpleaños que, en el caso de un servicio médico, «es siempre positivo porque implica que seguimos creciendo y nos consolidamos».

Preguntado antes del acto de qué hito asistencial se sentía más satisfecho, Sáez de Ibarra no dudó en señalar a la exitosa colocación de cinco dispositivos de asistencia ventricular en otros tantos pacientes que no podían someterse o esperar a un trasplante cardíaco. Un programa que iniciaron en 2020, en plena pandemia, y que ayer estuvo representado en la efeméride con la primera paciente a la que colocaron este dispositivo, Francisca.

Al homenaje de ayer acudieron la consellera de Salud, Patricia Gómez, el director general del Servei de Salut, Manuel Palomino, y los dos antecesores en el cargo de estos últimos, Aina Salom y Juli Fuster, que estaban al frente de estos departamentos cuándo se decidió crear el primer servicio de cirugía cardiaca público en esta comunidad. El acto concluyó con la entrega de un obsequio de recuerdo a todos los profesionales que participaron y que participan en el día a día de un servicio médico que no es tan solo el de referencia de este archipiélago, sino también el de otras comunidades autónomas del resto del país.

Compartir el artículo

stats