«¿Por qué crees que se debe renovar la receta electrónica cada año? Para ir retirando fármacos a las personas mayores. No puedes estar tomando ocho o diez medicinas con noventa años porque ni tu riñón ni tu hígado pueden metabolizar tantos fármacos», se autorresponde la farmacéutica Marta Rovira.

 Rovira tiene su consulta en el centro de salud de Pere Garau y está cansada de informar a los pacientes a los que atiende telefónicamente desde la puesta en marcha del servicio de atención telefónica Infosalut Connecta (971 220 000) que no, que no les está llamando desde su farmacia de barrio, que lo hace desde el centro de salud para resolver sus dudas sobre los efectos o reacciones que le ha producido la toma de un nuevo medicamento.

La farmacéutica lamenta el abusivo uso que se hace de las benzodiacepinas. «Si alguien las toma porque no puede conciliar el sueño, debe hacerlo durante entre cuatro y ocho semanas como máximo, hasta que te ayude a regularlo en ese momento preciso de tu vida, nunca cronificar su ingesta. Hay personas que las empiezan a tomar a los cincuenta y ya no las dejan y después de 20 o 25 años tomándolas pueden provocar demencias. Y lamentablemente hay personas que toman dos o tres fármacos de este tipo: uno para la ansiedad, otro para dormir y otro para los nervios», deplora.

Por eso esta profesional recomienda ir reduciendo la carga terapéutica improductiva a la gente mayor de forma paulatina. «Cuando lo hacemos sus hijos nos dicen: Mumare ha reviscolat».