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Expertos reclaman subir la ecotasa para combatir la masificación turística en Mallorca

Profesores de Economía, Geografía y Derecho de la UIB ven en el incremento del Impuesto de Turismo Sostenible una vía «real» e «inmediata» para limitar la llegada de turistas y lamentan que el Govern no vaya a implementarlo en 2023

Un cliente en la recepción del Hotel Palma Bay. Guillem Bosch.

Limitar la entrada de coches de alquiler, poner numerus clausus en el aeropuerto, poner un tope a las plazas turísticas, abrir un «debate profundo» sobre regular la compra de vivienda por parte de no residentes (la mayoría es segunda residencia) e incluso eliminar la promoción turística son algunas de las propuestas de las diferentes formaciones políticas que copan ahora mismo el debate público para frenar la saturación y en consecuencia el impacto que ésta tiene sobre la población. Algunos expertos consultados por este diario echan en falta en ese orden de ideas una medida que está al alcance de la comunidad, porque ésta ostenta las competencias, y cuya aplicación podría ser inmediata tras un estudio previo. Se refieren a incrementar el valor actual de la ecotasa. Un impuesto que de gravarse más podría desincentivar la llegada masiva de turistas a las islas, sostienen. Si bien Més y Podemos reclamaron su incremento e incluso doblarla, lo cierto es que no llegó a discutirse demasiado en foros públicos dicha subida y su aplicación no se tomó en consideración por parte del Govern. Por lo que en 2023 no se subirá el impuesto

Para el economista y consejero del Banco de España Carles Manera, el actual Impuesto de Turismo Sostenible, «que no es una ecotasa stricto sensu porque es más una medida recaudatoria», debería gravar más la estancia diaria del visitante. «Esto podría desanimar la llegada de una determinada franja de turistas. Si Balears decide que quiere ser un destino para un turismo de mayor calidad y alejarse como destino de lo que se conoce como working class europea, debe encarecer el producto. Si también anhela poner fin al turismo de borrachera de Magaluf, la mejor manera de penalizarlo es imponiendo una ecotasa elevada», argumenta. 

El investigador considera que debería elaborarse antes una encuesta para sondear si el viajero estaría dispuesto a pagar una cantidad más alta. «Debería hacerse a través de la metodología del coste del viajero. Habría que preguntarle qué esta dispuesto a pagar para que ese paraje que visita y que tanto le gusta se conserve intacto. Esta metodología se puso en práctica en el parque Yellowstone de EE UU y acabó funcionando», subraya. 

«No es tarde para aplicar una subida de la ecotasa», considera. De hecho, el catedrático piensa que es una herramienta realista, que ya tiene un recorrido y en la que el Govern tiene competencias. 

Para Manera, cuando los colapsistas hablan de decrecimiento «se refieren a éste como un desiderátum, es necesario poner sobre la mesa medidas prácticas que se puedan aplicar». Desde su punto de vista, uno de los instrumentos con los que se cuenta para plantear un control de la saturación es la fiscalidad. «Es cierto que el sector hotelero así como una parte del sindicalismo serían muy reacios a esa subida, pero es factible y se podría hacer. En este sentido, la ecotasa sería una medida factible de decrecimiento», opina, «y no poner numerus clausus porque estás en la UE y no puedes limitar el libre movimiento de las personas, no puedes poner visados», concluye.

El profesor de la UIB y economista Aleix Calveras afirma que la ecotasa podría jugar directamente un papel importante en la limitación de turistas. Una vía que no se ha explorado y ni siquiera se ha planteado seriamente, considera, un hecho que en parte no le sorprende. «Es algo que no interesa», lamenta. «Debería acercarse a lo que se conoce como impuesto pigouviano. Hay actividades que generan externalidades negativas y podría conseguirse que las personas que las provocan las internalicen a través de un impuesto bien fijado. Es decir, debería ser el turista quien internalizase esas externalidades», explica. «La ecotasa que hay ahora no es disuasoria porque no cambia las decisiones de compra», añade Calveras.

«Además sólo se paga en el alojamiento, pero el producto turístico no es sólo ir al hotel: es ir al restaurante, a pasear por la ciudad, ir a la playa. Tenemos un impuesto que sólo paga una parte del bien», advierte. 

¿Y si la primera ecotasa hubiera sido más elevada?

El vicedecano de la Facultad de Economía y Empresa, también experto en economía del turismo, especula sobre si los datos de masificación turística serían ahora diferentes si la primera vez que se impuso la ecotasa ésta hubiera sido más potente, es decir, más elevada. Él piensa que posiblemente sí.

En cuanto al incremento del ITS, considera que debería ser bastante importante para que se note, «y que podría ajustarse en función del ciclo. En época de crisis podría bajarse un poco», propone. El investigador apuesta también por una subida de la ecotasa a los cruceros. «Se ha hecho una regulación que no acaba de ser transparente y tiene muchas excepciones. Pero tampoco está claro que sea una regulación, parece que es un acuerdo voluntario con las navieras. El instrumento real que tiene el Govern para intervenir en el turismo de cruceros es la ecotasa y hay mucho margen para subirla», estima.

El geógrafo Macià Blázquez también subiría la ecotasa, pero para él el ITS debería bonificar el acceso de la clase más desfavorecida y no penalizarla. «Lo contrario es apostar por el decrecimiento pero en el sentido de que venga menos gente pero con más dinero», opina. «Eso nos conduciría a una elitización y gentrificación turística de la isla. Yo lo que haría es penalizar con un incremento progresivo el turismo de gran lujo, que está demostrado que es el que consume más agua y más recursos. Es decir, apostaría por un ITS progresivo», abunda. En este punto, Calveras cree que desde Mallorca «no podemos pensar en las vacaciones de los alemanes y los ingleses. Nosotros hemos de pensar en lo que nos conviene, que es subir la ecotasa para que vengan menos turistas. Que la gente que tenga menos poder adquisitivo no vaya a poder venir es un problema que si acaso debería solucionar el Gobierno de su país, bonificándoles. Y por otra parte, hay destinos más baratos que Mallorca», considera. Es decir, una distribución de la renta injusta «requiere otras medidas con las que estoy de acuerdo, como IRPF, sucesiones, pero no tiene nada que ver con la ecotasa», subraya.

Para Blàzquez también es primordial investigar e inspeccionar todo el alquiler vacacional ilegal porque lo que está haciendo es «pura elusión fiscal», denuncia. 

"Hacen más daño las imágenes de saturación que pagar un euro más"

Para la profesora de Economía de la UIB Maria Sard, si se anunciara que se sube la ecotasa, habría mucho ruido, «pero pienso que no se reduciría el número de turistas. Era la idea inicial de la tasa, pero no se ha conseguido, de hecho han seguido aumentado las cifras. Pueden afectar más al turismo ciertas imágenes de saturación que pagar un euro más», apunta. «Si precisamente algunos hoteleros como Carmen Riu hablan de limitar de verdad la llegada de turistas, pienso que es precisamente por esas imágenes de saturación tan dañinas». 

Para el vicedecano de la Facultad de Turismo, Tolo Deyà, el ITS que actualmente está vigente en Balears no puede considerarse como un impuesto ecológico desde el punto de vista estricto, ya que su cuantía no trata de corregir el precio de un producto con el objetivo de incorporar todos los costes y externalidades que provoca su consumo. «A día de hoy no disponemos de ningún estudio que cuantifique cuál es el coste de los impactos que genera un turista, por lo que resulta imposible determinar cuál debería ser su cuantía óptima». «El ITS es un impuesto meramente recaudatorio ahora mismo. Por ello, la subida o bajada de esta tasa es una decisión meramente de política recaudatoria».

El presidente del Comité de Expertos de Cambio Climático de Balears, Pau de Vílchez, opina que subir la ecotasa no sería suficiente ni para limitar la entrada ni sobre todo para hacer frente a las externalidades negativas medioambientales fruto de la actividad económica del turismo. Pese a ello, el profesor de la UIB está de acuerdo con una subida importante de la ecotasa, «pero que sea proporcional al nivel de gasto y del alojamiento del turista». «Los aviones también deberían pagar IVA», agrega. «Hay una serie de exenciones asociadas al turismo que podrían proporcionar más recursos», asegura. «Estoy a favor de subir el ITS y también de imponer una serie de límites para combatir la saturación», concluye De Vílchez.

"Un modelo económico fracasado"

El exconseller de Turismo Celestí Alomar, que revolucionó Balears con la implantación por primera vez de la ecotasa y exmilitante del PSOE, dice que habría que ver si la fórmula de subir la ecotasa sería la adecuada para conseguir frenar la masificación. «Pero veo que es como dar vueltas. ¿La subimos diez euros? ¿Cuánto? Lo que veo es no se quiere entrar en el debate del decrecimiento. ¿Por qué no hablamos directamente de ello? Es un debate ineludible. Lo hemos de tener ante la situación climática que tenemos. El Consell anuncia que modificará el PIAT para reevaluar la capacidad de carga turística de la isla y por tanto determinar el número total de plazas turísticas que se puede comercializar, pero dice que ya lo hará en la próxima legislatura. Por favor, esto debe hacerse ya», considera. Por otra parte, también cree que un impuesto de este tipo se dedique a acometer infraestructuras como el Tren de Llevant deja en evidencia el fracaso del modelo económico de Balears. «Un modelo que no es capaz de dar vivienda a la gente, de reciclar el agua o que no es capaz de generar riqueza para hacer transporte público es un modelo económico que está fracasado. Y que tiene un coste de producción y de mantenimiento demasiado grande para una isla frágil», concluye.

Este diario contactó también con Antoni Riera de la Fundació Impulsa para recoger su opinión pero no ha conseguido obtener una respuesta.

Precio actual de la ecotasa por persona y noche

Hotel 5* y 4* superior

4,40€

Hotel 4* y 3* superior

3,30€Hotel de 3, 2 y 1* 

2,20€

Hostal 

1,20€

Vivienda turística

2,20€

Crucero turístico 

2,20€

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