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El 60% de los ciudadanos cree que la inmigración es un problema grave

Apuestan por la expulsión de estas personas

En la imagen, un grupo de migrantes.

Casi el 60% de la población balear considera que la inmigración es en estos momentos un problema grave. Así lo establece el último estudio realizado por Cuadernos Gadeso, que considera, que si bien la inmigración no es un fenómeno nuevo en España, los últimos triunfos electorales de partidos de extrema derecha, como es el ejemplo de Italia, han vuelto a resurgir el discurso xenófobo y contra la inmigración, que en muchas ocasiones se basa en datos falsos y en un mal uso de las redes sociales.

El estudio sociológico destaca la gravedad que representa que este mensaje contra la presencia de migrantes en Balears está muy presente entre la población más joven. Los adolescentes manifiestan cada vez más un mensaje racista, misógeno y homófobo, mucho más profundo que el de sus padres, que intenta normalizar este tipo de discursos. Las causas para entender que los jóvenes son cada vez más contrarios a la presencia de migrantes se explican por el fracaso escolar, la desafección política o la ausencia de expectativas de futuro. Son situaciones que los representantes de extrema derecha utilizan para trasladar un peligroso discurso de odio, según se señala en el último análisis realizado por Gadeso.

La valoración de la inmigración DM | Fuente: Cuadernos Gadeso

Mientras casi el 60% de la población está en contra de la migración que llega a Balears, el 33% cree que, pese a este fenómeno es un problema, la situación no es grave. Son ciudadanos que no tienen una visión negativa de la inmigración, sino que entienden que se trata de un problema real. Los que están en contra de que estos ciudadanos extranjeros puedan residir en España utilizan siempre el discurso de que son estas las personas las que se aprovechan de todas las subvenciones públicas.

También entienden que si estos migrantes se mantienen en Balears, su presencia ocasiona una saturación de los servicios públicos y se aprovechan de las ayudas económicas que facilita la administración.

¿Qué opinión le merecen los inmigrantes estables? DM | Fuente: Cuadernos Gadeso

Pero no todos piensan de la misma manera. El 32% de la población defiende que estos extranjeros deben recibir los mismos derechos que el resto de los ciudadanos nacionales. Y también entienden que la convivencia con personas que proceden de otras culturas es un hecho positivo, sin olvidar que muchos ciudadanos no se olvidan que estos migrantes huyen de la guerra y del hambre. Otro hecho positivo que se tiene en cuenta ante la presencia de los migrantes es que gracias al trabajo que desarrollan, serán los que podrán financiar las pensiones de las próximas generaciones, ante la falta de nacimientos.

Un problema evidente que afecta a la población es la presencia de los migrantes sin papeles. En determinadas escalas sociales, que son las más bajas, se considera que estos extranjeros en situación irregular representan una competencia a la hora de recibir las ayudas sociales. Cala de forma muy profunda el mensaje que sigue relacionando la migración ilegal con la delincuencia, que según Gadeso, muchos partidos lo utilizan para sostener un discurso claramente racista.

¿Qué opinión le merecen los inmigrantes sin papeles? DM | Fuente: Cuadernos Gadeso

Solución

Si una gran parte de la población entiende que los migrantes representan un problema, también proponen una solución a esta situación, que pasa por la expulsión de estas personas a sus respectivos países de origen. Otros, según el estudio sociológico, apuestan más bien por una solución intermedia, como es su ingreso en un centro de internamiento, mientras se decide su integración o su expulsión. También existe la parte de la población, aunque en un porcentaje menor, que no considera un hecho negativo la presencia de personas en situación irregular. Aunque no niegan que es un fenómeno problemático, entienden que a estos extranjeros se les debe tratar como seres humanos, sobre todo teniendo en cuenta de que están huyendo de unos países que sufren graves conflictos sociales y económicos. Y aunque defienden que a estas personas se les debe tratar de una forma correcta, tampoco defienden una regularización, sobre todo ante la posibilidad de esta solución pueda ocasionar un efecto llamada.

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