La cadena hotelera Meliá obtuvo un beneficio neto de 52,6 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a las pérdidas de 166,3 millones que registró durante el mismo periodo del año anterior, gracias a la recuperación de la demanda turística, según informó ayer jueves la compañía.

Solo en el tercer trimestre, la compañía ganó 49,6 millones, cuando hace un año perdió 15,1 millones, mientras que los ingresos consolidados excluyendo las plusvalías alcanzaron los 532 millones entre julio y septiembre, superando los niveles prepandémicos.

Según Meliá, durante el tercer trimestre, el que aporta mayor contribución al resultado de la compañía, se ha confirmado la recuperación del negocio, permitiendo que los ingresos se sitúen por encima de los niveles precovid en un 3 %.

Asimismo, hasta septiembre los ingresos se duplicaron respecto al mismo periodo del año anterior hasta los 1.273 millones, pese a que todavía se sitúan un 8 % por debajo de las cifras de 2019, debido a los efectos provocados en el primer trimestre del año por la variante ómicron.

«El tercer trimestre confirma la ansiada recuperación iniciada ya en el trimestre anterior», aseguró la hotelera, que destacó la fortaleza de su canal directo de reserva, que ha representado más de un 44% de ventas centralizadas, y la recuperación notable del cliente internacional que «ha sido clave para una temporada estival que ha mejorado el RevPar (ingreso medio por habitación disponible) en la práctica totalidad de áreas respecto a niveles de 2019».

La mejora de los ingresos en este trimestre ha venido gracias al incremento del 29,1% del precio medio en comparación con el mismo trimestre de hace un año.

El resultado bruto de explotación (ebitda) quintuplicó hasta septiembre la cifra registrada hace un año, con 328,5 millones

Meliá destacó que el aumento de los costes energéticos «se ha podido ver suavizado gracias a los esfuerzos en las negociaciones con nuestros proveedores de energía, junto con un uso más eficiente de dichos recursos».