El Consell de Govern aprobó ayer el Plan de Gestión del Riesgo de Inundación de la Demarcación Hidrográfica de Balears. Una vez obtenido el visto bueno del Ejecutivo será remitido al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para continuar la tramitación y aprobarlo de manera definitiva. Este plan es el que, según la Dirección General de Recursos Hídricos, se precisa tenerlo aprobado para poder acometer las obras del temido torrente de ses Planes de Sant Llorenç, el que provocó la riada mortal en octubre de 2018, hace ahora poco más de cuatro años.

El objetivo de los planes de gestión del riesgo de inundación -según explicaron ayer desde el Govern- es «conseguir una actuación coordinada de todas las administraciones públicas y la sociedad para reducir las consecuencias negativas de las inundaciones, basándose en el programa de medidas que cada una de las administraciones tiene que aplicar en el ámbito de sus competencias. Estas actuaciones deben enmarcarse en los principios de solidaridad; coordinación y cooperación interadministrativa, y respecto al medio ambiente, y particularmente en los objetivos medioambientales previstos en la Directiva Marco del Agua (DMA)».

El instrumento de planificación aprobado ayer tiene una vigencia para los próximos seis años y debe estar perfectamente coordinado con el Plan Hidrológico. Desde Recursos Hídricos explicaron que tiene cuatro ejes de actuación principales y las medidas propuestas se adaptan al «contexto de la emergencia climática y se enfocan a potenciar la cultura del riesgo entre la población y las instituciones, apostando por las medidas de prevención». Asimismo, las actuaciones se centran en lograr una mejora del conocimiento, así como a buscar soluciones basadas en la naturaleza, dejando de lado las construcciones artificiales para afrontar las inundaciones. Es el caso de utilizar la vegetación para buscar las retenciones del agua en determinadas zonas calificadas como de riesgo. En Balears existen unos 12 puntos negros de alto riesgo y en Mallorca destacan las de Sant Llorenç y Manacor; la zona de Campos y Felanitx y el torrent Gros de Palma.

133 millones de presupuesto

El presupuesto previsto para las actuaciones del segundo ciclo del Plan de Riesgo de Inundaciones aprobado ayer es de 133 millones de euros. Entre las actuaciones previstas están las medidas para reducir los riesgos de inundación en el torrente de ses Planes y el de Can Amer, en Sant Llorenç. Ambos torrentes son, precisamente, los que provocaron las inundaciones en octubre de 2018.

El presupuesto para estas actuaciones es de unos 26 millones de euros, según explicó Joana Garau, Directora General de Recursos Hídricos. Garau comentó también que existe un esbozo de las actuaciones, consistentes en el desvío del torrente y la creación de zonas inundables para ralentizar las riadas.

Además del peligroso torrente de Sant Llorenç, también se contemplan otras actuaciones en cauces considerados de riesgo. Es el caso del torrente Gros y el de la Bárbara, en Palma, varios torrentes de Sóller y actuaciones en Eivissa y la zona sur de Mallorca.

Por otro lado, desde Recursos Hídricos remarcaron que en las actuaciones que se acometerán en los torrentes se priorizarán las soluciones basadas en la naturaleza (SbN), como por ejemplo la restauración fluvial de las torrenteras o las medidas de retención natural de agua mediante vegetación.