La artrosis de cadera es una enfermedad crónica con una alta prevalencia que afecta sobre todo a la población por encima de los 65 años. En concreto, en España, padece algún tipo de artrosis el 30% de los mayores de 40 años y el 80% de los que tienen más de 65. De este porcentaje, un 5% se atribuyen a artrosis de cadera.
El principal síntoma para el paciente que sufre artrosis de cadera es el dolor que se localiza fundamentalmente en la zona de la ingle, aunque también se puede sentir en la cara anterior del muslo y en la nalga. Este dolor puede llegar a ser invalidante, afectando a la calidad de vida y al desarrollo del día a día.
Otros síntomas que se suelen dar de forma frecuente son la rigidez de la articulación al levantarse y la cojera, es por eso que la artrosis de cadera influye en mayor grado en la calidad de vida de los pacientes que la padecen, que la artrosis en otras articulaciones.
La artrosis de cadera suele evolucionar de forma lenta a lo largo de los años. Los cartílagos, que favorecen el movimiento articular y evitan el roce entre los huesos, sufren un desgaste progresivo a lo largo de los años. En ocasiones, este cartílago puede desaparecer perdiéndose el correcto engranaje entre el fémur y la pelvis.
¿Qué causa la artrosis de cadera?
Las causas de la artrosis son variadas. Tal y como apunta el doctor Carlos Jarabo, director médico de Clínicas Cres, puede deberse a factores congénitos, traumáticos, a una dismetría o desigualdad de longitud de los miembros inferiores. Así mismo, tampoco puede descartarse la edad y el sobrepeso como factores importantes desencadenantes de esta enfermedad, según indica.
“El tratamiento tradicional de la artrosis de cadera depende del grado en el que se encuentre la enfermedad. En las primeras fases se recomienda la toma de analgésicos e antiinflamatorios, pero su uso prolongado puede producir efectos secundarios adversos, y a medida que la enfermedad avanza se van haciendo menos efectivos, si la enfermedad aún no ha llegado a su grado máximo podemos tratar la dolencia con técnicas de medicina regenerativa”, explica el doctor Jarabo.
La medicina regenerativa puede ayudar a mejorar los síntomas. “El objetivo de estos tratamientos es aliviar el dolor y restablecer la capacidad funcional de la articulación, que el paciente recupere su calidad de vida, ya que esta tiene una gran influencia en el estado anímico de los pacientes y sus familias. Son técnicas muy seguras ya que se realiza con el material biológico del paciente, lo que evita rechazos, efectos secundarios adversos y reduce significativamente el tiempo de recuperación”.
El sobrepeso, factor desfavorable en la artrosis
Al tratarse de una articulación de carga, el sobrepeso es un factor desfavorable para la buena evolución del tratamiento, por lo que hay que contar con la ayuda de un nutricionista con experiencia en estas patologías. Por tanto, el control de peso es también un actor importante para controlar el avance de la enfermedad.
Si no ponemos remedio, la degeneración en la articulación llevará un buen número de casos a tener que implantar una prótesis de cadera, una técnica más invasiva y que conlleva una convalecencia posterior.
Una buena alternativa para combatir los síntomas de la artrosis de cadera, al igual que la artrosis de otras articulaciones como rodilla u hombro, son los tratamientos con medicina regenerativa.
El doctor Carlos Jarabo, director médico de Clínicas Cres, recuerda que un buen diagnóstico resulta fundamental para que el tratamiento tenga éxito y para ello es muy importante ponerse en las manos de facultativos con experiencia en este tipo de tratamientos.
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