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Ioan Ciotau, el hombre que «se creía dueño de la vida de su esposa»

La Audiencia Provincial condenó al autor del crimen a 22 años de cárcel y destacó su frialdad y los insultos machistas que lanzó a la víctima tras matarla a cuchilladas en el balcón de su casa

Ioan Ciotau, durante el juicio en la Audiencia. | B. RAMON

La Audiencia Provincial de Palma declaró al marido de Lucia Patrascu, Ioan Ciotau, autor de un delito de asesinato con alevosía y la agravante de parentesco y le impuso una condena de 22 años de prisión. El fallo, firme tras ser ratificado por el Tribunal Supremo, destacaba la frialdad del hombre y sostiene que «se creía dueño de la vida de su esposa».

Los hechos ocurrieron el 29 de mayo de 2016 en el domicilio en el que había convivido la pareja hasta tres semanas antes. Patrascu, tras acudir a la Guardia Civil aquella madrugada, llegó al domicilio y ambos se enzarzaron en una discusión. Según la sentencia, el hombre le recriminó su ausencia y le exigió saber dónde había estado. Ciotau agarró a la mujer del cuello y ella, gracias a la intervención de su hijo, consiguió zafarse y correr hacia el balcón para pedir ayuda a gritos.

El hombre fue entonces a la cocina, cogió un cuchillo de 16 centímetros de hoja y volvió a la terraza, donde le asestó varias puñaladas en la espalda, el pecho y el costado sin que Patrascu tuviera ninguna opción de defenderse. La agresión fue presenciado por varios vecinos que, alarmados por los gritos de la víctima, se habían asomado para ver qué ocurría.

La sentencia detallaba que Ciotau asestó las últimas cuchilladas a la mujer cuando esta agonizaba, agarrada a la barandilla del balcón, y los insultos machistas que siguió dedicándole después. «La he matado porque era una puta», dijo a los vecinos cuando bajó a la calle tras el crimen, antes de ser detenido.

La Audiencia señaló que el acusado «persistía en la ofensa hacia su mujer y en una justificación machista de quien se cree dueño de la vida de su esposa, cosificándola aun después de muerta». La sentencia, además de los 22 años de cárcel, ordenó a Ciotau que indemnizara con 100.000 euros a cada uno de los hijos de Patrascu por los daños morales causados.

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