La conselleria de Movilidad está estudiando la posibilidad de insularizar el servicio del taxi en Mallorca siguiendo el ejemplo de Eivissa o de Menorca, de forma que ante la escasez de vehículos en un municipio, puedan acudir a la llamada de los ciudadanos coches de otras poblaciones. Esta medida cuenta con el respaldo tanto del ayuntamiento de Palma como de la asociación de taxistas de PIMEM, mayoritaria en la isla.
La citada iniciativa pretende formar parte del plan que el citado departamento autonómico se comprometió el pasado lunes a elaborar para que en 2023 no vuelva a sufrirse la escasez de transporte registrada durante el pasado verano, y que resultó especialmente evidente en el caso del servicio de taxi.
Para su desarrollo, se plantea la utilización de una aplicación de móvil (app), según señala el presidente de Taxis-PIMEM, Biel Moragues, que además recuerda que la puesta en marcha de este sistema ya fue un compromiso adquirido por el anterior conseller de Movilidad, Marc Pons, cuando el sector asumió finalmente la creación de las nuevas líneas de autocares regulares que conectan el aeropuerto de Son Sant Joan con las principales zonas turísticas de Mallorca.
Según se destaca, esa insularización no consiste en que los taxis de cualquier municipio puedan trabajar en otro libremente. Lo que se pretende es que si los vehículos de una población no pueden en algún momento atender todas las peticiones de servicio que reciben, algunas de ellas puedan ser cubiertas por coches llegados de otros puntos que estén circulando en las proximidades. Se trataría de evitar que si un taxi de Calvià deja a un cliente en Palma, por citar un ejemplo, se vea obligado a regresar vacío, de forma que pueda cargar a un nuevo cliente si ningún otro taxi esta disponible.
La propuesta de PIMEM es que esas peticiones de servicio se puedan hacer a través de la citada aplicación, dado que ésta permitiría detectar si no hay taxis libres en una zona y localizar si en las proximidades hay disponibles de otras poblaciones.
El teniente de alcalde de Movilidad Sostenible de Palma, Francesc Dalmau, reconoce su temor a que la situación que se ha vivido durante el pasado verano se pueda repetir en 2023, pese a las voces que consideran que se ha tratado de un problema coyuntural, de ahí que defienda la necesidad de planificar medidas que permitan garantizar el servicio, como la citada insularización.
Para ello, se señala que el Govern debería de asumir el liderazgo para reunir a los representantes de todos los Consistorios de la isla con el fin de unificar las tarifas que se aplican en cada uno de ellos, al tratarse de una competencia municipal. Se señala al Ejecutivo autonómico como el responsable de tomar esta iniciativa debido a que en Mallorca las competencias de transporte no han sido transferidas a su Consell Insular.
De momento, desde la Conselleria se reconoce la necesidad de avanzar en la organización del sector, aunque se opta por la cautela alegando que para concretar las medidas que se van a tener que impulsar es necesario trabajarlas primero con el sector y con las Administraciones implicadas.
Sin embargo, desde este departamento autonómico se destaca que para la creación de una aplicación de móvil para el taxi se dispone ya de financiación europea a través de los fondos Next Generation y que se está avanzando en la licitación para poner en marcha este proyecto.
El presidente de la sectorial de PIMEM también pone en valor la idea de crear licencias temporales de taxi para los periodos estivales, aunque advierte de que eso servirá de poco si no se dispone de más conductores y de vehículos, flexibilizando las duras condiciones que sobre estos últimos se exigen en zonas como Palma.
Moragues destaca que si algo se puso en evidencia durante la reunión celebrada el lunes por el Consell Balear de Transportes es que las carencias vividas el pasado verano se explican especialmente por la falta de chóferes en las empresas del transporte discrecional o de vehículos de alquiler, lo que disparó la demanda de taxis.
