El anuncio del primer servicio de alergología de la sanidad pública balear coincidirá con la inauguración en Palma del Congreso Nacional de la SEAIC y se hará frente a 2.500 especialistas. La entidad ha recibido más de cien cartas de pacientes baleares pidiendo la creación del servicio.
¿Qué papel ha tenido la Sociedad Española de Alergología en la creación del primer servicio público que tratará las alergias en Balears?
Desde la Sociedad tenemos la visión de todas las comunidades autónomas y nuestra preocupación más importante era que el archipiélago era la única que no disponía de este servicio. Las autonomías donde estaba gobernando el PSOE contaban todas con él y nos parecía un problema de equidad y de salud para los alérgicos que las islas no lo ofrecieran. Hay que tener en cuenta que uno de cada cuatro baleares desarrollará alguna vez a lo largo de su vida una alergia.
¿Han intermediado con la conselleria?
Sí. Hemos intercedido con el Govern después del poco éxito que se había tenido con el tema en los últimos diez años. Con el PP ya se tenía el acuerdo de que el servicio saldría hacia adelante pero perdieron las elecciones. Nosotros nos pusimos en contacto con la comisión de sanidad del Parlament y les contamos la inquietud que teníamos con lo que pasaba en Balears y se dieron cuenta de que era una necesidad. La comisión presentó, firmada por todos sus miembros, una Proposición No de Ley que se aprobó por unanimidad en el Parlament hace varios meses. Este hecho nos da un apoyo político importante frente al Govern, que finalmente es quien se dirige al departamento de salud para decirle que solucione esta cuestión.
¿Qué servicios están atendiendo ahora mismo a los alérgicos?
En Balears, desde otorrinolaringología se ocupan de mirar la nariz, dermatología, la piel y el digestólogo, el aparato digestivo. Esa no es la manera correcta de diagnosticar. El manejo de una alergia la debe hacer el alergólogo, que es una especialidad con más de cincuenta años.
¿Han mantenido reuniones con la consellera de salud Patricia Gómez?
Sí, la última fue el 14 de septiembre. Le informamos de que iba a celebrarse el congreso nacional de la SEAIC en Palma del 26 al 29 de octubre y parece que va a ser un buen momento para que la consellera anuncie la creación de este nuevo servicio. Al congreso asistirán unos 2.500 alergólogos nacionales e internacionales y versará sobre la inmunoterapia específica alergogénica y la vacuna alergogénica como tratamientos de la alergia respiratoria, así como la alergia a fármacos.
Aparte de dejar a muchos enfermos sin la atención adecuada, ¿qué otras consecuencias trae no contar con él?
Pues por ejemplo no había manera de dar con un estudio en condiciones en Balears sobre la alergia a la vacuna de la covid. Cuidado, y debo dar la enhorabuena a la única alergóloga que hay en la pública y que está adscrita al servicio de otorrinolaringología porque ha hecho una gran labor. Pero es necesario que la gente entienda que la de alergología es una unidad interdisciplinar que integra patologías alimentarias, respiratorias y de piel complejas y también a fármacos.
¿Sólo quedaba la opción en estos momentos de ir a la privada?
Nacer con una enfermedad alérgica en Balears es un grave problema porque sólo acceden a los estudios los que pueden costearse una clínica privada. Hay que ser muy conscientes de que con la puesta en marcha de este servicio se va a resolver un problema de salud pública. Y Balears se va a acercar a la equidad respecto a otras comunidades autónomas. Podríamos decir que éste será el inicio de una mejoría sustancial para tratar las enfermedades alergológicas complejas y simples. Estas últimas deberían poder visitarse en Menorca y Eivissa también.
¿En qué hospital se pondrá en marcha el servicio?
En Son Espases. Entre 2023 y 2025 se irá desarrollando por una cuestión presupuestaria. Los primeros contratos serán en 2023 y contemplan a cinco alergólogos, tres enfermeras y un técnico administrativo, que es lo básico para organizar un servicio. A partir de aquí se pueden ir desarrollando más cosas después. La directora asistencial del IB-Salut, Eugènia Carandell, lo está poniendo todo en marcha.
