La celebración de la fiesta de la Policía Nacional, esta tarde en el patio de la Misericòrdia, en Palma, fue casi una ceremonia de traspaso de poderes, donde el recientemente nombrado jefe superior, José Luis Santafé, cedió parte del protagonismo a su antecesor, Gonzalo Espino: «Este equipo ha hecho un gran trabajo», recalcó. Santafé, sin embargo, hizo también una apuesta por el futuro con los nuevos retos, que pasan por la transformación digital, la mejora en la formación, una mayor inclusión de mujeres o la protección de colectivos vulnerables. Y todo ello centrado en los hombres y mujeres que componen la plantilla de la Policía, «el mayor activo que tenemos».
En su primera fiesta de la Policía como jefe superior, José Luis Santafé, repasó los mayores éxitos y desafíos policiales del último año. Recordó los servicios realizados por la pandemia, la llegada de 1.300 migrantes en patera, la regularización provisional de 3.000 ucranianos huidos de la guerra, los cerca de seis millones de pasaportes controlados en el aeropuerto tras el brexit o las numerosas operaciones contra puntos de venta de droga, bandas internacionales de narcos, trata de mujeres y delincuentes de toda índole.
El nuevo jefe superior quiso compartir protagonismo con su antecesor, al que invitó a participar en la imposición de medallas, primero entre profesionales ajenos a la Policía. Las órdenes del mérito policial fueron para el hotelero Gabriel Escarrer, por ceder sus establecimientos para instalar centros covid; Carlos González, jefe del Área Regional de Vigilancia Aduanera; Mercedes Conrado, delegada de Patrimonio Nacional en Balears; el teniente fiscal Julio Cano;el responsable de seguridad del aeropuerto Diego Félix Llorca; el subinspector y el agente de la Policía Local de Palma Mario González y Sebastián Andrés Corrales; y la jefa del personal de limpieza de Jefatura, Antonia Mansilla, a quien se ha reconocido por el trabajo indispensable que los empleados de limpieza y desinfección llevaron a cabo en los peores momentos de la pandemia. Tras ellos llegó el reconocimiento a los agentes y oficiales de Policía distinguidos a lo largo de este año.
La delegada del Gobierno en Balears, Aina Calvo, cerró las alocuciones destacando la labor que hace la Policía en la protección de las personas más vulnerables, como menores, mujeres y mayores, y recordó su función de «defender los principios inquebrantables del estado de derecho».
