El Govern abrirá a partir del lunes que viene la línea de ayudas para comunidades energéticas de autoconsumo, dotada de 20 millones, que será la primera del Plan de Inversiones en Transición Energética de las Illes Balears (PITEIB), un fondo de 233 millones para impulsar dicha transición.

El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, Juan Pedro Yllanes, anuncia la fecha de apertura durante unas jornadas sobre comunidades energéticas, ha informado el departamento autonómico en un comunicado.

«Con la apertura de la primera convocatoria centrada en la constitución de comunidades energéticas, pasamos de las palabras a los hechos y vemos como el dinero dedicado exclusivamente a Balears para conseguir la soberanía y el blindaje energético empieza a llegar a la ciudadanía y a las empresas», afirma Yllanes sobre estas subvenciones para ayudar a establecer «unas 30 comunidades energéticas e instalar alrededor de 20 MW».

El Govern prevé inducir una inversión privada de otros 20 millones y que las comunidades energéticas comiencen por «hacer de los polígonos espacios más verdes y descarbonizados». La convocatoria incluirá también ayudas para la adquisición de vehículos eléctricos para los miembros de la comunidad.

El director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, indica que con esta línea de ayudas el objetivo es el consumo compartido: «Promover la colaboración entre particulares, empresas y administraciones para producir energía verde y mejorar en la movilidad sostenible».

El Govern considera las comunidades energéticas locales «una pieza clave en el impulso de la democratización de la energía» porque permiten la explotación colectiva de los recursos energéticos con una finalidad cooperativa y de abaratamiento de la factura y no de lucro. También contribuyen a hacer llegar el autoconsumo energético a consumidores con menor capacidad de inversión. No sólo facilitan el acceso a una energía más barata: también contribuyen a hacer llegar el autoconsumo energético a consumidores con menor capacidad de inversión.

Actualmente, en Baleares hay tres proyectos de puesta en marcha de una comunidad energética con participación pública en Sant Lluís (Menorca), Calvià y Marratxí (Mallorca).