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La población vulnerable se dispara en las islas y además se rejuvenece

La demanda de ayuda básica que atiende Cruz Roja ha crecido un 64% en un año, coincidiendo con la subida de precios de luz y alimentos

La demanda de ayuda ante la vulnerabilidad está creciendo en las islas. DM

La demanda de ayuda para cubrir las necesidades básicas se ha disparado en Baleares, y ello a pesar de haber alcanzado unas cotas de empleo sin precedentes. Durante los seis primeros meses de 2019, antes de la pandemia, Cruz Roja atendió a 613 personas para que pudieran acceder a alimentos o lograr el pago de suministros para su vivienda. Durante ese mismo periodo de 2021 esa cifra se situó en 708. Pero durante este año este número ha registrado un crecimiento espectacular, hasta llegar a las 1.165. Con un dato muy relevante: el colectivo que muestra un aumento más notable a la hora de buscar este auxilio es el de los jóvenes de 18 a 34 años, es decir, las familias con niños muy pequeños. El motivo no es otro que el de no poder afrontar con sus ingresos los gastos que registran, con dos debilidades que se repiten: no poder asumir el desembolso que supone llenar la cesta de la compra y pagar la factura de la luz.

La coordinadora de Cruz Roja en las islas, Juana Lozano, reconoce que este aumento está siendo tan acentuado como imprevisto durante un año en el que el empleo se ha situado en niveles máximos. Además, este organismo trabaja con la previsión de que esta tendencia al alza se va a mantener durante el otoño, contemplando incluso la previsión de que se agrave.

Porque al hecho de que esta demanda de ayuda esté creciendo a un ritmo del 90% respecto a 2019, y del 64,5% en relación al pasado año se suma el citado cambio de perfil respecto a los demandantes de ayuda.

El grupo que más auxilio reclama a Cruz Roja sigue siendo el de las personas (mujeres en su mayoría) con edades comprendidas entre los 35 y los 49 años, aunque está perdiendo peso, ya que ahora supone el 38% de los beneficiarios de las ayudas de este organismo, cuando en 2019 alcanzaba el 42%).

Pero el gran cambio se ha registrado en el segundo puesto. Si antes de la pandemia lo ocupaban los que tenían de 50 a 64 años, ahora le corresponde a los que tienen entre 18 y 34 años, que además están registrando un aumento más que notable, ya que han pasado de suponer el 23% de los atendidos en 2019 al 33% durante este año. Según apunta Juana Lozano, no se trata solo de que la población más vulnerable este creciendo con fuerza durante un ejercicio que se está caracterizando por la potencia en la subida de los precios, sino que además se está rejuveneciendo.

Población española

Por otro lado, la inmensa mayoría de las personas atendidas por Cruz Roja en el archipiélago son españoles, seguidos a distancia de colombianos y venezolanos, lo que rompe el mito de que es la población extranjera la más beneficiada por la ayuda social.

Como se ha indicado, la inflación se perfila como el factor clave que explica esta nueva tendencia. Porque el problema este año no es la falta de empleo, sino que con los salarios que se obtienen no se consiguen cubrir los gastos más básicos debido a su encarecimiento. En concreto, la coordinadora autonómica del citado organismo pone de relieve que lo que se está detectando es que durante los periodos de mayor actividad laboral esta demanda desciende (aunque menos que otros años), pero la incapacidad de muchas familias para generar ahorros lleva a que la solicitud de ayuda se reactive cuando se inicia la fase descenso del empleo, ya que las prestaciones o subsidios que pasan a cobrarse distan de ser suficientes para afrontar las necesidades más básicas, como la alimentación, la higiene o las vinculadas a la residencia, sean alquileres o suministros como el eléctrico.

Obviamente, también están entre los demandantes de ayudas básicas las personas que no disponen de ningún ingreso económico o aquellos que los consiguen en un volumen insuficiente por la precariedad de sus trabajos o porque se mueven en la economía sumergida.

Es especialmente significativo el hecho de que las peticiones de auxilio sigan tan altas en momentos en el que buena parte de la población balear se ha mantenido ocupada.

Mejora más moderada

Como ejemplo, Juana Lozano pone de relieve que si entre el primer y el segundo trimestre de 2019 (año de normalidad prepandemia) esas peticiones de ayuda se redujeron un 53%, la bajada entre esos dos mismos periodos de 2022 se ha limitado a un 30,4%, y ello a pesar del despegue económico y turístico que este año se ha registrado en abril coincidiendo con la celebración de la Semana Santa.

Como se ha apuntado, algunos técnicos de Cruz Roja opinan que durante el otoño las peticiones de ayuda van a mantener la citada tendencia al alza, y no se descarta que incluso pueda verse acentuada, de ahí que ya se esté planificando la obtención de recursos adicionales para los próximos meses.

En este sentido, Juana Lozano pone en valor el trabajo que los voluntarios de esta organización están realizando para afrontar este aumento de las cargas de trabajo, y los recursos económicos que se están consiguiendo desde las Administraciones públicas.

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