Baleares ha registrado este jueves el aire de peor calidad en toda Europa. Los niveles de micropartículas en suspensión se dispararon debido a la combinación de la falta de lluvias y la llegada de polvo sahariano.

El índice de calidad de aire de cada ciudad define seis categorías: buena, razonablemente buena, regular, desfavorable, muy desfavorable, y extremadamente desfavorable. Es importante señalar que el índice refleja la situación de calidad del aire a corto plazo y no la situación a largo plazo (periodo anual), que podría diferir de manera significativa con el valor del índice.

De las 22 estaciones ubicadas en distintas localizaciones de las islas que emiten a la red del Ministerio de Transición Ecológica datos sobre la calidad del aire, cinco de ellas registraron durante el pasado jueves condiciones de mala calidad. La estación de Palma en la calle Foners fue la única que obtuvo el nivel «muy desfavorable», indicado en el mapa con el color granate. 

Mapa que muestra la contaminación del aire en Mallorca

Mapa que muestra la contaminación del aire en Mallorca AEMET

Solo se detectaron valores superiores a los recomendables (en los parámetros que miden la cantidad existente de los cinco elementos contaminantes sobre los que las estaciones llevan a cabo un seguimiento) en la estación de la calle Foners. Estas condiciones podrían llegar a suponer una circunstancia de emergencia para la salud pública. 

El factor principal que ha provocado esta situación es la llegada de polvo del Sáhara, que viene arrastrado por las borrascas que entran del Atlántico. En el estudio que realiza la estación ubicada en el centro de Palma, además, hay que añadir la contaminación de base, registrada también en las demás estaciones de Baleares, provocada sobre todo por las emisiones de vehículos.

Las consecuencias de respirar los componentes que provocan que el aire obtenga un índice de tan mala calidad para los seres humanos son, sobre todo, enfermedades o problemas respiratorios, además de la posibilidad de fenómenos climatológicos como la lluvia ácida. 

Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica, casi el 80% de la cantidad total de partículas provienen del polvo en suspensión de la atmósfera y advierten de que son habituales las intrusiones del Sáhara que provocan un incremento de las partículas en suspensión.

La calidad del aire mejorará cuando termine este episodio de polvo y lleguen las lluvias. Mientras tanto, las recomendaciones de los expertos pasan por intentar no realizar ejercicios o actividades intensas en el exterior durante las horas centrales del día.