Los mallorquines este verano han sufrido la masificación turística como jamás la habían vivido. Así lo refleja la encuesta de Quaderns de Gadeso de este mes de septiembre que ha buscado la opinión de la ciudadanía sobre la temporada turística. El 84% de los mallorquines consultados considera que la actividad turística ha generado este verano la excesiva ocupación del territorio, del uso de infraestructuras, recursos y ello ha conducido a la masificación.
Esta percepción de los mallorquines es más baja en las otras islas y prueba de ello es que a nivel de Balears es un 82% de los ciudadanos que han apuntado a la saturación turística.
Otro indicador clave es el modelo turístico y el 85% de ciudadanos isleños afirma que en nuestra comunidad estamos sometidos a una excesiva estacionalidad. Un 77% opina que nuestra economía tiene una excesiva dependencia del actual modelo turístico del sol y la playa, mientras un 78% muestra su preocupación por los bajos salarios y el trabajo de baja calidad en una temporada turística considerada de récord.
La percepción de los residentes en Balears es que este verano ha venido mucha más gente que en 2019, de hecho un 60% de los consultados por Gadeso así lo apunta. De igual modo, un 71% de los encuestados en la prospección sobre el turismo opina que el beneficio empresarial a raíz del incremento de ocupación turística ha aumentado de forma considerable con respecto al año 2019, último año sin la pandemia de la covid 19 que se puede comparar.
No obstante, la encuesta de Gadeso arroja un dato demoledor que explica la decepción de la ciudadanía de las islas respecto a la actual temporada. Solo un 10% de los encuestados cree que se han creado nuevos puestos de trabajo y que los salarios han sido más elevados, mientras que el 43% cree que esta rentabilidad se ha mantenido inalterada respecto del año 2019.
Mala temporada baja
Si las perspectivas sobre el exceso de turistas han provocado percepciones negativas a los mallorquines, la temporada baja que se espera también las genera por todo los contrario. El 80,5% de las personas encuestadas por Gadeso auguran una mala temporada baja. En Mallorca esta previsión es menos acentuada que en conjunto de las islas y solo lo señalan un 75%. Únicamente un 2% de la población observa perspectivas positivas para el invierno.
La inflación, a raíz de la guerra de Ucrania y el incremento de precios, es uno de los elementos clave para que la ciudadanía de Mallorca tenga esta perspectiva negativa; especialmente en lo que se refiere a la temporada de invierno. La actual crisis, con posibles problemas de abastecimiento de productos y energía, provoca también que una gran parte de la población observe el futuro inmediato con bastante desconfianza. Un 79% de los consultados por Gadeso augura también una temporada turística en el verano de 2023 con incertidumbre para nuestra economía.
