«No hay que dejar que la pelota se haga demasiado grande» cuando se trata de endeudamiento, según coinciden en señalar el presidente de PIMEM, Jordi Mora, y la directora general del despacho de abogados ‘Repara tu Deuda’, Alicia García. El primero hace hincapié en que ante las dificultades, «es necesario afrontarlas y tomar decisiones, porque cuanto más tardemos, peor va a ser el problema».
La Ley de la Segunda Oportunidad abre la posibilidad a particulares y autónomos de renegociar o incluso suprimir su deuda, siempre que el afectado haya actuado de buena fe, haya intentado llegar a un acuerdo con los acreedores, y no disponga ya de patrimonio para afrontar los pagos pendientes. Finalmente, si un juzgado así lo determina (se suele tardar de 18 a 24 meses), esa deuda puede desaparecer en su totalidad, aunque no se podrá recurrir de nuevo a la Ley de la Segunda Oportunidad hasta superados diez años. Lo que se evita así es que ese endeudamiento se convierta en permanente. Según destaca Jordi Mora, supone un trato similar al que se produce en el caso de un concurso de acreedores, solo que para situaciones personales.
El presidente de PIMEM destaca la importancia de esta posibilidad debido a que muchos autónomos y pequeños empresarios han optado por solicitar créditos durante los últimos años avalándolos con el patrimonio familiar, lo que hace que el impacto de los impagos sea mucho más duro.
Alicia García expone también el caso de los padres que han avalado la hipoteca de sus hijos, sin que éstos hayan podido hacer frente a los pagos comprometidos.
