Fueron dos las visitas que realizó Gorbachov a Mallorca.

El creador de la Perestroika, fallecido a los 91 años, aterrizó en la isla hace 30 años, también en agosto. Corría el año 1992 y Marivent era un epicentro de mandatarios internacionales. El monarca don Juan Carlos no se cansaba de cursar invitaciones a presidentes y reyes. Eran otros tiempos. Cuando Gorbachov pisó suelo mallorquín junto a su esposa Raisa invitado por la Familia Real ya no era presidente de la Unión Soviética, Yeltsin había tomado el testigo. En el palacio, los rusos se dejaron fotografiar y se mostraron sonrientes con don Juan Carlos y doña Sofía, así como con don Felipe, por entonces príncipe, y sus hermanas las infantas. Ambos matrimonios se sentaron juntos a manteles. Compartieron mesa y sobremesa. Antes, el líder soviético que acabó con la Guerra Fría no pasó desapercibido en su tour turístico por el Castell de Bellver, la Seu o el casco antiguo de Palma. Hizo noche en el hotel Son Vida, donde atendió a los periodistas dando una lección de inteligencia. 

El regreso a la isla se produjo en el año 2000, ya sin Raisa, a quien había perdido el año anterior. Esta vez agasajado por el president Antich, la estancia fue con su hija Irina y su nieta Anastasia. Se refugiaron en Formentor y visitaron la Llotja.