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Mallorca no está entre los 300 mejores destinos para nómadas digitales

El portal digital Nomad List sitúa la isla en la posición 349 y no hace referencia específica a Palma

Playa de Palma. MANU MIELNIEZUK

El portal digital Nomad List, especializado en reseñar los mejores destinos para nómadas digitales sitúa Mallorca en la posición 349 y no hace referencia específica a Palma. La nota que registra es de 2,93 sobre 5, y pone como debilidades las altas temperaturas, la poca calidad del aire y la baja seguridad en la carretera. En cambio, Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura se sitúan entre los 33 mejores.

Algunos barrios de Ciudad de México como Colonia Roma y Colonia Condesa, considerados como «seguros y bohemios», llevan meses recibiendo a nómadas digitales que llegan a la ciudad para trabajar durante algunos meses de forma remota. Esto ha generado un proceso de gentrificación con el consecuente aumento de los precios y la apertura de nuevos comercios para los recién llegados como cafeterías, galerías o librerías. 

Pese a que los comerciantes y los propietarios ven con buenos ojos está llegada de trabajadores internacionales, la situación ha generado malestar entre la población local. Algunas personas incluso llenaron en barrio de carteles con el siguiente mensaje: «¿Nuevo en la ciudad? ¿Trabajo remoto? Eres una maldita plaga y los locales te odian. Vete». Estos sucesos han reabierto el debate sobre la idoneidad de ofrecer estos espacios, muchos de ellos lujosos, en contraposición a los servicios de los que disfrutan los residentes.

El Gobierno aprobó a finales de 2021 el Proyecto de Ley de Startups para «atraer talento» en el que se incluyen medidas para atraer a los nómadas digitales como un procedimiento más ágil para que obtengan el visado y la residencia, así como un régimen tributario especial. Se incluye en esta medida a los españoles que hayan sido no residentes en España durante al menos 5 años.

Además, se establece la reducción del tipo impositivo en los impuestos de sociedades y sobre la renta de no residentes, el aplazamiento de la deuda tributaria sin garantías ni intereses de demora, la eliminación de la obligación de efectuar pagos fraccionados y se eleva la base máxima de deducción en empresas de reciente creación de 60.000 a 100.000 euros anuales.

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