Un hombre ha sido condenado en Palma a cuatro años y tres meses de prisión por maltratar a diario a su pareja, una mujer a la que llegó a intentar asfixiar e hirió con un cuchillo, durante los tres años que duró su relación. La víctima no denunció los hechos ni declaró en el juicio por temor a represalias. La sentencia declara al procesado autor de delitos de maltrato habitual y lesiones con uso de instrumento peligroso y le impone además un orden de alejamiento de la perjudicada de seis años.

El fallo, ratificado por la Audiencia Provincial, considera probado que el hombre sometió a su pareja a un «ejercicio abusivo de la autoridad» durante toda su relación. Además de controlar todos sus movimientos, la agredía de forma sistemática, con patadas, puñetazos y golpes contra la pared a diario. En una ocasión, llegó a intentar asfixiarla y la dejó casi inconsciente. Además, lamenazaba con matarla a ella y a su hijo si denunciaba estos malos tratos.

La situación, según narra la sentencia, se agravó en el verano de 2021. Durante una discusión, el hombre esgrimió un cuchillo y se lo puso a su pareja en el abdomen. La mujer, para defenderse, lo cogió por la hoja y sufrió cortes. El 18 de agosto de ese año, varios vecinos alertaron a la Policía Nacional por una fuerte discusión en el domicilio de la pareja. Los agentes detuvieron al acusado tras pedir refuerzos, ya que se mostró muy agresivo. La víctima no quiso denunciarle, pero sí contó a uno de los policías las agresiones que llevaba años padeciendo. La mujer prestó declaración en el juzgado de instrucción del caso, donde narró los malos tratos padecidos, pero en el juicio no respondió las preguntas por miedo a su expareja. Tras la insistencia de la jueza, se limitó a ratificar su declaración anterior.

El abogado defensor presentó un recurso contra la sentencia, alegando entre otras cuestiones que el testimonio de la víctima no era creíble porque en el juicio oral no respondió. La Audiencia Provincial, sin embargo, rechaza este argumento. «La actitud de la denunciante es, desgraciadamente, muy frecuente en los casos de violencia de género, en los que las víctimas no quieren declarar en contra de sus parejas por el miedo que sienten hacia ellas por las consecuencias que esa denuncia les puede deparar», recalca el tribunal, que ha confirmado la sentencia de la jueza de lo penal íntegramente.