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Gómez admite que sus directivos se vacunaron antes para no tirar dosis y dice que hoy actuaría igual

La diputada del PP Nùria Riera cuestiona a la consellera que los altos cargos inmunizados el primer día de la campaña contra la covid-19 fueran políticos y no formaran parte del equipo vacunador

La consellera, durante su comparecencia de ayer con una pila de la auditoría de la campaña de vacunación al lado. B. RAMON

La consellera de Salud, Patricia Gómez, admitió ayer en el Parlament que hasta siete directivos de su departamento y del Consell de Mallorca se vacunaron antes de tiempo cuando se inmunizaron contra la covid-19 el primer día que comenzó la campaña, el domingo 27 de diciembre de 2020 en la residencia de ancianos de Son Oms/Sant Miquel. Y dijo que se actuó así para evitar que se desperdiciasen varias dosis y que hoy habría actuado de la misma manera.

Justificó Gómez toda su actuación en ese primer día en que todo estuvo condicionado por la «incertidumbre» con la que llegaron las nuevas vacunas, unos fármacos que, recordó, habían sido fabricados con una nueva e innovadora tecnología, que una vez descongelados se habían de inocular en un máximo de seis horas y que asimismo tampoco se podían trasladar a otra residencia de ancianos.

No se sabía con certeza cuántas dosis se podían sacar de cada vial y no había un protocolo claro sobre cómo inocularlas, abundó la consellera, revelando que la residencia de Son Oms les facilitó un listado sobre los usuarios y trabajadores que habían dado su consentimiento para ser vacunados en ese primer día.

Pero no todos acudieron ese domingo por la tarde a su cita. La responsable de Salud reveló a lo largo de su comparecencia que pese a tener un listado de 157 personas para vacunar, finalmente decidieron llevar 33 viales (con unas 165 dosis) «por si alguno se caía accidentalmente».

Treinta minutos antes

La consellera reveló que cuando ya habían vacunado a todos los usuarios y trabajadores de la residencia que habían acudido a la cita, se percataron de que iban a sobrar dosis y que entonces se decidió llamar a más personal sanitario para aprovecharlas con escasa fortuna. Por ello, cuando apenas faltaban treinta minutos para que los fármacos caducasen se decidió inmunizar a «todo el equipo vacunador», apuntó Gómez, incluyendo en él a los siete directivos que esa tarde de un domingo 27 de diciembre habían acudido a la residencia para «mostrar su apoyo» al personal sanitario, admitió la consellera más adelante.

Que Gómez no las tenía todas consigo de que estos siete directivos pudieran ser considerados como equipo vacunador se plasmó en unas declaraciones posteriores en las que admitió que «se vacunaron porque sobraron vacunas y si no habría que haberlas tirado. Si hoy se diera la misma situación, habríamos actuado igual», recalcó subrayando que si esas personas no se hubieran inmunizado en esos momentos les tocaría «inmediatamente después».

La diputada del PP Núria Riera cuestionó que en un informe del Servei de Salut se hablara de que se decidió inmunizar al «equipo vacunador» cuando, discrepó, «no eran vacunadores, no han puesto una sola vacuna. Tal y como denunció el Simebal (sindicato médico de Balears), eran políticos, personas que nunca se habían puesto un epi (equipo de protección individual frente a la covid-19) ni habían inoculado una sola vacuna».

Y la consellera se defendió preguntándose si habría que haber tirado esas dosis sobrantes en unos momentos de escasez de vacunas. «No son altos cargos, son subdirectores asistenciales, nombramientos que ni siquiera son publicados en el BOIB», diferenció la consellera ante la insistencia de Riera y reiterando que, de no haberse inmunizado ese primer día, «se habrían vacunado a la semana siguiente. Además, ¿ha faltado alguna vacuna en esta comunidad autónoma», se preguntó Gómez.

«Miguélez se dejó la salud»

La diputada popular cuestionó asimismo lo poco ético que era que Angélica Miguélez, exsubdirectora de Atención a la Cronicidad, que fue una de las directivas que se vacunaron aquel día, firmara junto al ya exdirector del Servei de Salut, Juli Fuster, un informe que avalaba la actuación de aquella tarde, su propia vacunación anticipada. Ante ese ataque, Gómez reveló que Miguélez no dudó en una ocasión coger su propio coche y acudir a las cuatro de la mañana a una residencia de ancianos para controlar un brote de covid. «Angélica Miguelez se dejó la salud en el proceso de vacunación», elogió Gómez la actuación de una directiva que tras recibir fuertes críticas por su inmunización temprana presentó su dimisión.

Ya para concluir, la diputada del PP intentó zanjar el rifirrafe que mantuvo con la consellera sobre si estos directivos eran políticos o no preguntándole por qué si no lo eran su socio de Govern Més per Mallorca le había reclamado entonces la destitución de otro de los vacunados, Carlos Villafáfila, en ese momento coordinador de la campaña de vacunación. Gómez recordó que Villafáfila no fue cesado, que sufrió una baja de larga duración y que por ello fue sustituido por la que la coordinó exitosamente desde entonces, la directora asistencial Eugènia Carandell.

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