La Guardia Civil se ha hecho cargo de la asistencia sanitaria de los 21 migrantes que la pasada noche lograron desembarcar en la isla de Cabrera. Todos los ocupantes de la embarcación son de nacionalidad argelina y al tomar tierra mostraban claros síntomas de cansancio y de deshidratación, tras haber superado la larga travesía marítima desde su país de origen para llegar a Cabrera.

Los agentes se han encargado de atender a estas personas, proporcionándoles agua y alimentos. Algunos de estos migrantes ni siquiera tenía fuerzas para mantenerse en pie, al estar agotados y deshidratados.

Los jóvenes han sido también atendidos por los tripulantes del Servicio Marítimo, que han sido los encargados después de trasladar a los migrantes a Palma. Una vez en puerto recibieron una asistencia médica más especializada y después fueron trasladados a la Comisaría de Policía, donde se iniciarán los trámites para su expulsión.