Los dos últimos agentes de la Policía Local de Palma que quedaban por declarar en el juicio del Caso Cursach siguieron ayer la misma línea que el resto: defendieron su inocencia y dijeron ser víctimas de una conspiración.
«A El Ico le enseñaron una fotografía mía que para me acusara. Yo no lo conocía de nada», aseguró Daniel Montesinos, que apuntó a Subirán y a los antiguos agentes del grupo de Blanqueo de la Policía. Montesinos, que se enfrenta a una petición fiscal de ocho años de cárcel en esta causa y será juzgado también por el amaño de las oposiciones, acusó también a un grupo de agentes del GAP con los que existía un «enfrentamiento» de haber lanzado acusaciones falsas contra él. Aseguró además que estos, «a los que el juez llamaba honrados», cometieron numerosas irregularidades. Afirmó que utilizaron carteras extraviadas para endosárselas a unos delincuentes de s’Arenal y afirmó que antes de inspeccionar locales de Gomila reunían a los agentes en las inmediaciones durante «más de una hora» para que los dueños de los negocios fueran conscientes de que preparaban un operativo.
También Tomás Mas, para quien la fiscalía reclama una multa de 12.960 euros y tres años de inhabilitación por avisar a un local de ocio de la Platja de Palma de las inspecciones que iba a recibir a cambio de consumiciones gratis, se declaró inocente. «Nunca he dado ningún preaviso a nadie», sostuvo, al tiempo que añadió que «no tenía acceso» a los datos de qué locales iban a ser revisados por la Patrulla Verde.
Mas explicó también que abrió un expediente a otro agente de la Policía Local por una «falta de respeto» hacia él. Pero descartó que fuera una represalia por haber denunciado irregularidades. Y añadió que el exfiscal Subirán «paró ese expediente» y el policía no fue sancionado. También acusó a Subirán de haberle «intimidado» en todas sus declaraciones judiciales y de despreciar pruebas de descargo que aportó durante la investigación. «No sé a qué viene esta inquina», dijo.
