El Consell de Mallorca acordó ayer otorgar una subvención a Tirme, la concesionaria de la incineración de residuos, por valor de tres millones de euros. El motivo de esta ayuda es para evitar que la concesionaria subiera la tarifa a los ayuntamientos y ello terminara repercutiendo en el recibo que cobran a todos los ciudadanos.

Según explicó la vicepresidenta y consellera de Medio Ambiente del Consell, Aurora Ribot, existía una discrepancia con la concesionaria sobre la tarifa por desajustes producidos durante la pandemia y por la paralización de una ayuda de Madrid. De este modo, la tarifa para la incineración de Mallorca pasaba de 114 euros a 121 durante este año. Mediante la ayuda aprobada ayer por el pleno de la institución insular, los ayuntamientos de la isla pagarán 114 euros por tonelada.

No es la primera vez que el Consell debe poner dinero para evitar la subida de la tarifa. En 2021 ya ocurrió lo mismo.

Todo ello debido a que el Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera decidió reclamar una subvención de 1,5 millones dirigida a la producción de energía eléctrica en territorios no peninsulares. Esta cantidad estaba íntegramente destinada a abaratar el coste de la incineración durante la crisis.