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El convento deshabitado de Sant Jeroni de Palma no podrá convertirse en hotel

Solo podrá tener uso monástico u otros usos asistenciales - La normativa urbanística de Palma no permite la reconversión en hotel ni viviendas del antiguo monasterio, cuya propiedad seguirán dirimiendo las monjas y el Obispado en los tribunales civiles

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El convento de Sant Jeroni de Palma es propiedad de la orden de monjas Jerónimas que lo habitaban hasta hace unos años B. Ramon

El valioso convento deshabitado de Sant Jeroni de Palma podrá seguir albergando vida monástica -como pretende el Obispado de Mallorca, que se disputa la propiedad con la orden de monjas jerónimas que vivieron en él hasta 2014- u otros usos asistenciales. A nivel legal queda descartada su reconversión en hotel, como han hecho las Jerónimas en otros conventos clausurados de la Península.

La sombra de la especulación inmobiliaria planea en este polémico litigio que mantienen en los tribunales civiles las monjas con la diócesis. Tanto la normativa urbanística actual como la previsión de usos incluida en el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en vigor a todos los efectos, pese a que aún no está aprobado definitivamente, califican este elemento catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de Monumento y con el grado de protección A1 como de uso asistencial.

Por ello, según fuentes del departamento de Urbanismo del Ayuntamiento de Palma, este inmueble, que ocupa 4.000 metros cuadrados entre las calles Porta del Mar, Santa Fe, plaza Porta del Camp y calle Antoni Planas y Franc, de la barriada de sa Calatrava, podrá seguir teniendo usos como el religioso, convertirse en un geriátrico o en un centro asistencial, pongamos, por caso, aunque no se permite el uso residencial ni hotelero. En estas condiciones tampoco sería aplicable la excepción contemplada en el planeamiento de Palma según la cual los casas señoriales catalogadas como BIC pueden convertirse en hoteles con determinadas condiciones: que el establecimiento turístico resultante de nueva implantación o ampliación no sustituya a más de tres viviendas y que la superficie media de las viviendas a sustituir sea de 300 metros cuadrados. El nuevo hotel debe tener también un máximo de 20 habitaciones y debe tener una categoría igual o equivalente a tres estrellas.

Con las anteriores condiciones se considera que en el caso de que el inmueble se pudiera reconvertir en hotel, algo que no es posible, tendría pocas posibilidades de ser un negocio rentable. El grado de protección A1 solo permite realizar obras de consolidación, conservación y restauración en la estructura, fachadas y cubiertas, con especial atención a los elementos singulares como portales, contrafuertes y otros. En el interior se pueden realizar obras de conservación y restauración, aunque cualquier intervención deberá contar con «especial vigilancia», según se indica en la ficha del catálogo.

Asimismo, en los espacios comunes se deben realizar trabajos de conservación en los porches y realizar «urgentemente» obras de consolidación o sustitución del forjado del suelo de la planta del porche del ala norte. En los patios y claustro se deben realizar también trabajos de conservación y restauración, así como proteger especialmente la cruz gótica y otros elementos del jardín. Se considera que este conjunto arquitectónico tiene un gran interés histórico-artístico, destacando su iglesia, los restos de casas medievales que forman el ala oeste, la gran uniformidad del ala norte, los restos de calle medieval, el lienzo de la muralla árabe que cierra el huerto por el este y su claustro.

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