Este viernes primero de julio coincidirán dos huelgas que secundan tripulantes de cabina en los aeropuertos españoles: la de Ryanair, que ayer fue retomada por los trabajadores tras iniciarla el pasado fin de semana, y la de easyJet, que empieza hoy. Para esta última aerolínea el Gobierno ha fijado los servicios mínimos en el 51 % de los vuelos en el caso de Son Sant Joan. Arranca pues un fin de semana en el que se pueden complicar los desplazamientos hacia o desde Mallorca de los viajeros españoles y europeos.

Mientras tanto, desde USO, uno de los sindicatos convocantes de las huelgas — junto con el SITCPLA (en el caso de Ryanair)— para batallar por los convenios colectivos de los trabajadores, se hizo ayer balance de la cuarta jornada de protesta en las diez bases españolas de Ryanair. En el aeropuerto de Palma se frustraron cuatro vuelos, con las cancelaciones de ida y vuelta con Barcelona y también una llegada y una salida con Santiago de Compostela. Además se registraron setenta retrasos: de 39 salidas y 31 llegadas.

En el caso de Santiago de Compostela, Aena informó ayer de que el aeropuerto Rosalía de Castro estuvo unas horas inoperativo por un pequeño desperfecto en la capa superficial de una zona de la pista.

En total, hasta las ocho de la tarde de ayer, los sindicatos cifraron en 54 los vuelos cancelados con origen o destino España y 148 retrasos en salidas y 160 en llegadas.

Por otro lado, el ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana estableció los servicios mínimos con motivo de la huelga de easyJet en las tres bases de la aerolínea británica en España. Para el aeropuerto de Mallorca quedan protegidos el 51 % de los vuelos, para el de Barcelona el 57 % y para el de Málaga el 56 %.

Están llamados al paro, entre el 1 y el 3, el 15 y el 17, y el 29 y el 31 de julio, los cerca de 420 trabajadores de easyJet que reclaman las mismas condiciones salariales que sus compañeros de otros países europeos como Francia o Alemania, cuyos sueldo base (sin contar las horas de vuelo) es unos 850 euros más que los que se cobran en España, que rondan los 950 euros.

La compañía británica aconseja a los clientes que viajen desde y hacia Barcelona, Málaga y Palma que comprueben el estado de sus vuelos en su página Flight Tracker o que gestionen sus reservas a través de su portal de alteraciones en su aplicación móvil o web. Aunque esté fuera de su control piden disculpas por los inconvenientes.

Durante la jornada de huelga en Ryanair se produjeron cruces de acusaciones entre la compañía y los representantes sindicales de los trabajadores. Ryanair hizo un balance de mínimos, aseguró que «menos del 3 %» de sus vuelos se vieron afectados por el paro y condenó que USO y SITCPLA incumplieran los servicios mínimos al dar instrucciones para que no se presentasen las tripulaciones.

Y desde USO se criticó que Ryanair consideró servicios mínimos el 100 % de los vuelos programados sin que citara «en algunos casos a tripulaciones completas para operarlos» y a este motivo achacaron las cancelaciones, ya que las guardias, «abusivas y mayores» que en un día normal, no completaron todos los vuelos. Este viernes y el sábado sigue la huelga en esta aerolínea.