La Asociación de Transportistas de Autocamiones de Servicio Público de Mallorca (Astam) señaló ayer que cualquier futuro parón del sector será secundado «por una minoría» y que éste puede tener «repercusiones letales» en Balears, «tanto para la industria como para los consumidores.

En un comunicado, la Federación de la Pequeña y Mediana Empresa de Mallorca (Pimem) pidió al Gobierno central «la máxima implicación» para evitar «que unos pocos paralicen los puertos de Barcelona, Tarragona y Valencia, y eviten la llegada de mercancías, provocando un caos en plena temporada alta». Más allá del posible parón en los puertos peninsulares, Astam advierte también de la difícil situación por la que pasa el sector y que, «de no aplicar nuevas medidas para los transportistas, pasada la temporada alta y de cara a octubre puede haber un cierre masivo de empresas».

Según el presidente de la sectorial, Jeroni Valcaneras, uno de los principales problemas es que no tienen el apoyo legal necesario para poder repercutir los costes de la subida de los carburantes. Por ello, el sector ha reclamado una ley del transporte donde se garantice que nadie que no forme parte de la «cadena» pueda trabajar por debajo de los costes. Un segundo aspecto que trató Valcaneras fue la falta de cumplimiento de la ley de morosidad. Así, criticó que siguen con una media de pago de 130 días y han solicitado la creación de una ley que obligue al pago en 30 días.

Finalmente, pidió una intervención inmediata de Madrid, porque los 20 céntimos «son insuficientes». Considera que se deben doblar e ir dirigidos a profesionales del sector, así como que se contemple una bajada del IVA, «como se ha hecho en otros sectores».