El PP presenta en el Parlament una solicitud de pleno extraordinario para poder debatir con urgencia la ley de reforma fiscal presentada por la formación en enero y cuyo debate fue «vetado» por PSOE, Podemos y Més per Mallorca en la sesión del pleno extraordinario.

El portavoz del grupo del PP, Toni Costa, asegura que, ante los últimos datos de la inflación a nivel nacional del 10,2%, su partido considera «necesario y urgente» que se apruebe una baja de impuestos, como contempla la reforma fiscal planteada.

Después de que se impidiera el debate de la reforma fiscal, el PP ha registrado esta solicitud para que se celebre un nuevo pleno extraordinario donde se incluya el debate de esta ley.

Para Costa, la proposición de ley planteada por su partido propone medidas que «suponen rebajas fiscales que benefician al conjunto de la población, especialmente las rentas medias y bajas, que son las que más sufren las consecuencias de la inflación».

Esta reforma fiscal incluye la supresión del Impuesto de Sucesiones de padres a hijos, abuelos a nietos y entre cónyuges, la supresión del impuesto a la compra de vivienda para menores de 30 años y rebaja del 50% a menores de 35, la rebaja del IRPF en 0'5% para las rentas inferiores a 30.000 euros y 0,25% al resto. También contempla nuevas deducciones por nacimiento, cuidados de mayores o para propietarios que pongan vivienda en el mercado de alquiler.

El Pacto sacó este martes el rodillo en el Parlament para arrinconar a la oposición en el debate político. La Diputación Permanente, con mayoría de la izquierda, acordó suprimir la sesión de control al Govern, especialmente las preguntas a la presidenta Francina Armengol, así como debatir la reforma fiscal con la rebaja de impuestos propuesta por el PP. Fue una decisión tomada en el último momento y, según fuentes del Pacto, por orden directa del Consolat.