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Presidenta de Ben Amics
Entrevista

Tatiana Casado: «El Orgullo no es un desfile de carrozas ni una atracción turística»

«El alcalde nos manifestó su temor de que si se forzaba una cancelación del Pride, Vivas podría dimitir y dificultar llegar a acuerdos» - «Estamos del lado de las más vulnerables, que son las personas trans»

Tatiana Casado: "Hay que alzar la voz para que todas las personas tengan garantizados sus derechos fundamentales"

Tatiana Casado: "Hay que alzar la voz para que todas las personas tengan garantizados sus derechos fundamentales" B. Ramon

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Tatiana Casado: "Hay que alzar la voz para que todas las personas tengan garantizados sus derechos fundamentales" Jaume Bauzà

Tatiana Casado rememora en esta entrevista la convulsa semana que desembocó en la cancelación del Pride Week diseñado por la empresaria Kristin Hansen y en la destitución de la regidora Sonia Vivas. Habla del Orgullo, de derechos LGTBI y de la colisión con parte del feminismo a cuenta de las personas trans. 

Kristin Hansen ha anunciado que denunciará a Ben Amics por calumnias. ¿Les preocupa?

No es nada agradable leer que te van a denunciar. Hablas con abogadas y te dicen: ¿En base a qué injurias y calumnias? Cuando estaba organizando el Pride ella me pidió tomar un café y yo estaba ocupada. Aún así le di fecha, intenté mantener una reunión con ella y me dio plantón veinte minutos antes. Más tarde intenté llamarla por teléfono y no me atendió porque estaba en pilates. Así que le envié un largo WhatsApp explicándole los motivos por los que Ben Amics consideraba que no podía participar en ese Pride. Semanas después hace su famosa rueda de prensa del campo y las lesbianas

¿Cuáles son esos motivos?

Le dije que hay que apostar por un empresariado LGTBI potente y que ahí me iba a encontrar, pero que como presidenta de Ben Amics tenía que defender los intereses del colectivo en Balears. El Orgullo es nuestra fecha más señalada y no podemos consentir que se convierta en una fiesta sin contenido, una atracción turística o un desfile de carrozas. Eso fue en mayo. Ya en junio me preguntó si quería ir a la inauguración, pero después de hablar con el equipo decidimos rechazarlo porque lo que querían era subir a todas las asociaciones LGTBI a un escenario y sacar una foto. 

Ya llevaban tiempo manteniendo una relación difícil con la concejalía de Sonia Vivas.

La primera sorpresa viene en 2020, cuando intentamos dar una salida habitacional a unas cuantas personas que se habían quedado colgadas por la pandemia, sobre todo mujeres lesbianas y transexuales a las que habían echado de casa por el hecho de ser trans y lesbianas. Hablé con ella varias veces para ver si el Ayuntamiento les podía ayudar porque los servicios sociales estaban colapsados. Unas semanas después anuncia que se cancela el Orgullo LGTBI en 2020 porque iba a donar ese dinero a víctimas de violencia de género. Le dije que no podía cancelar el Orgullo, que eso le correspondía a las entidades. Me contestó que yo no tenía que decirle en qué gastar el dinero de la regiduría y nos bloqueó en WhatsApp. Nos volvimos a encontrar para organizar el Octubre Trans y me volvió a aceptar en su WhatsApp. Pero fue un auténtico desastre en cuanto a organización por parte de la regiduría porque nos planteaban que con 40 horas de trabajo técnico debíamos poder cubrir ocho actividades presenciales con la exigencia de convertirlas en 'on-line' si la situación sanitaria lo aconsejaba. Aceptamos haciendo horas extra porque consideramos que los derechos de las personas trans lo merecían. 

¿Por qué Ben Amics tardó cinco días en pedir la dimisión de Sonia Vivas y la cancelación del Pride Week?¿No estaba justificado hacerlo el mismo día de la rueda de prensa de Hansen? 

Sí, estaba justificado. A toro pasado es más fácil decir que se podría haber actuado antes, pero Ben Amics atendió a la delicada situación de gobierno que había en ese momento. El alcalde nos había manifestado su temor de que si se forzaba una cancelación del Pride, Vivas podría dimitir, quedándose con el acta de concejal y dificultando que se pudieran llegar a acuerdos. Somos responsables con la sociedad y consideramos que los derechos del colectivo no están por encima del modelo de ciudad que queremos. Hay cosas que podían peligrar si hubiésemos generado una bomba mediática. Quisimos ser cautas porque sabíamos que la situación del alcalde era complicada. 

¿En el fondo no tenía algo de razón Hansen cuando hizo aquel comentario sobre las lesbianas y el campo? ¿Para una persona LGTBI no es más fácil vivir en Palma que en un pueblo?

Hay literatura que sostiene que hay dificultades asociadas a vivir en una gran ciudad y en un entorno rural. En un entorno rural puede ser más difícil la aceptación inicial, pero la experiencia dice que cuando te conocen ya no eres la lesbiana del pueblo sino María la pescadera o María la profesora. Y te protegen más porque en los pueblos hay redes de protección más densas. En una gran ciudad tienes la ventaja del anonimato si no quieres salir del armario. Pero tiene un impacto emocional si por ejemplo en el trabajo no puedes decir que has ido al cine con tu pareja. Al final, el momento de salir del armario se hace inevitable y puede ser incómodo porque las interacciones con otras personas son más elevadas y por tanto ese estrés asociado es mayor. Además, cuando tenemos agresiones LGTBIfóbicas en la calle muchas veces se producen a la salida de discotecas y en entornos en los que se juntan personas con elevados niveles de alcohol en sangre. ¿Significa eso que si vivo en un pueblo no me pasará nada? No. De hecho hace unas semanas vimos una agresión a un chico en Artà. Es un tema complejo.

¿Qué cosas no les gustaban del programa del Pride?

La manera en la que el Ayuntamiento había tratado de mercantilizar el Orgullo. También nos sorprendimos de la cantidad de actividades relacionadas con el crecimiento interior personal. Esperemos que no fuera un intento de decir que las personas LGTBI tenemos que hacer un trabajo interno para ser felices con nosotras mismas. 

Fue muy criticada la presencia de Malena Contestí en el programa. ¿No tenía derecho a participar por haber formado parte de VOX en el pasado?

Es muy loable que saliera de esa formación política, pero consideramos que no era la persona más adecuada para realizar la inauguración del Pride, por mucho que tuviera más de fiesta que de reivindicación. El Orgullo lo hacemos para reivindicar los derechos LGTBI. Y consideramos que alguien que ha estado tan cerca de ideas neoliberales y fascistas como las de VOX difícilmente encaja con una reivindicación de derechos. A Contestí no le conocemos ninguna trayectoria de reivindicación del colectivo LGTBI. 

¿Cómo reaccionaron cuando conocieron la decisión del alcalde de cancelar el Pride y destituir a Sonia Vivas?

Primero con sorpresa, porque no lo esperábamos. Después con alegría porque por fin se imponía la cordura en Cort. Fueron días de noticias, a cada cual más grotesca y sorprendente. Ben Amics lleva tres años advirtiendo de que había una ausencia de políticas reales LGTBI en Palma. 

Hubo un director general de LGTBI que en febrero fue destituido y aún no sabemos por qué.

Vivas alegó falta de confianza. Las pocas actividades que se han hecho es porque nosotras insistimos en que se hicieran, aún precarizando nuestro trabajo y regalando horas para que las cosas salieran bien. En el Orgullo han dejado de lado a nuestra entidad dos años seguidos y este año no les ha quedado más remedio que darnos apoyo después de las críticas recibidas por parte de la Federación de Vecinos y de personas del colectivo. También hemos sido pioneros realizando un estudio sobre la percepción de LGTBIfobia por personas LGTBI en Palma. Y cuál ha sido nuestra sorpresa cuando en la última línea de subvenciones LGTBI nos expulsan literalmente de la posibilidad de solicitar una ayuda para continuar con este proyecto de investigación. 

Tatiana Casado anima a participar en la manifestación del Orgullo. B.RAMON

El martes es la manifestación del Orgullo —que no desfile, como han precisado más de una vez—. ¿Por qué es importante acudir?

El 28 es el día por excelencia para reivindicar los derechos LGTBI que todavía no tenemos adquiridos. En Balears contamos con una Ley LGTBI, pero no en todas las comunidades existen leyes específicas para el colectivo. Hay que salir a la calle y alzar la voz por todas las personas que ya no están y para que las que sí están puedan tener mejores condiciones de vida y garantizados sus derechos fundamentales. Saldrá de plaza España a las siete. El jueves 30 hay cine ‘a la fresca’ en Manacor con la proyección de ‘Elisa y Marcela’. Y el viernes también estaremos en Manacor con la actuación teatral de Alerta, Raspall de Dents. 

Ese martes entregarán su premio ‘Dimoni rosa’, que castiga a personas o entidades que fomentan la discriminación contra el colectivo LGTBI. Uno de los nominados es el Ayuntamiento de Calvià por organizar unas jornadas sobre feminismo y educación que ustedes califican de tránsfobas. El Lobby de Dones les pidió que retiraran esa nominación. ¿Lo han debatido?

Cada año recibimos peticiones para eliminar nominaciones. El año pasado también sucedió cuando nominamos a Sonia Vivas y se ha visto cuál ha sido la realidad. Los consistorios tienen que tener cuidado a la hora de elegir ponentes para dar charlas sobre cuestiones LGTBI a personas que después van a ser agentes de coeducación en los centros educativos. Y reciben frases como que nadie nace en un cuerpo equivocado. O que las mujeres trans son en realidad hombres disfrazados de mujer. Creemos que no todo es debatible y que nosotras tenemos que estar del lado de las más vulnerables, que son las personas trans. 

En abril la UIB suspendió la presentación de un libro calificado de tránsfobo. ¿En una universidad no se debería poder debatir de todo? 

Nos sorprendió la suspensión. Estábamos en conversaciones con el vicerrectorado de Igualdad porque nos preocupaba ese discurso abiertamente tránsfobo. Ellos también estaban preocupados, nos decían que no cualquier cosa merece tener voz. Pero lo cierto es que era una actividad que había aprobado la Junta de Psicología y por tanto debería haberse podido llevar a cabo. Del mismo modo que por la tarde se pudo llevar a cabo en la Casa del Libro. Con protestas, sí, nosotros convocamos una concentración porque consideramos que los derechos trans no se debaten. Pero garantizamos junto con la policía que el acto pudiera celebrarse porque consideramos que la libertad de expresión es fundamental en nuestro ordenamiento jurídico. 

¿La agresión homófoba de Artà sigue siendo un recordatorio de que sigue siendo difícil ser una persona LGTBI en Mallorca?

Sigue teniendo dificultades cualquier persona LGTBI que resida en cualquier parte del mundo, no solo en Mallorca. Un 67% de las personas que contestaron en el estudio que hicimos en Palma manifiestan haber sufrido discriminación por LGTBIfobia, dentro o fuera de Palma. Y el 93% de esas agresiones, que muchas veces toman forma de insultos como llamarte ‘maricón de mierda’ ocurren en la calle. También hay un cyberbulling, además del acoso en las aulas. En ese sentido Ben Amics lleva dos años trabajando con profesorado para atajar esas microagresiones que sufrimos a diario. 

¿Ben Amics defiende los vientres de alquiler?

Ben Amics no tiene posicionamiento con respecto a la gestación subrogada. Es verdad que hace unos años, con una junta directiva anterior, se planteó la posibilidad de hablar sobre el tema porque no podemos decir que no existe. Pero consideramos que no es un debate propio del colectivo LGTBI y no lo ha sido nunca. El 90% de quienes acceden a la gestación subrogada son parejas heterosexuales y por tanto consideramos que debe debatirse en otros foros. 

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