Hay que tener clase, incluso para que te hagan un ‘villarejo’. Escuchados los audios en los que el exconcejal de Podemos Rodrigo Romero despelleja a los suyos, se constatan varias cosas: emplea un lenguaje barriobajero, mintió cuando dijo que nunca firmó el comunicado contra Més de su compañera de infortunios Sonia Vivas, le importa un pimiento el bien común, y otro tanto la flagrante descomposición de Podemos. Todos los que con cada tiquet de la compra pensamos «veinte euros más caro que hace dos meses» temblamos al pensar en el tipo de personas al que encomendamos el dinero público. Con un equipo como este, el alcalde José Hila no necesita oposición. Me lo imagino ayer saltando nueve olas de espaldas para que la Nit de Sant Joan conceda a los palmesanos una resaca que les haga olvidar el último sainete. Vamos a uno por semana.
Dice Romero que el líder de su formación en Cort, Alberto Jarabo, es un «fracasado» y que sobre su «mala gestión en la Funeraria» existe un expediente para sacar antes de las elecciones. Imagino que semejante aserto sobre el portavoz del gobierno municipal merecerá alguna explicación oficial. «La he pillado y como un pitbull no la pienso soltar», arremete contra Neus Truyol y su PGOU en tramitación. El otro Pitbull, el reguetonero, popularizó el estribillo que ya puede adoptar Hila como himno de su consistorio: «Dame más gasolina, cómo le encanta la gasolina». En plena temporada de incendios.
