Una descoordinación operativa de la Autoridad Portuaria de Balears (APB) dejó ayer por la mañana a 1.500 pasajeros, muchos de ellos jóvenes en viaje de estudios, ‘tirados’ en los accesos al Dique del Oeste, en Palma, donde permanecieron durante horas.

El acceso al puerto se encontraba restringido debido a que un buque de la compañía Trasmed, el Gubal Trader, procedía en esos momentos a la descarga de material explosivo. La normativa prohíbe la presencia de personal no autorizado en un radio de 500 metros cuando se realizan operaciones con mercancías peligrosas.

La llegada del Gubal Trader fue comunicada el martes a las 19.00 horas. La compañía Balearia, que tenía programada la salida de cuatro de sus buques en ese punto desde el pasado mes de mayo, solicitó a la APB que el mercante permaneciera fondeado hasta que se completara el embarque, pero la petición fue desestimada. Los pasajeros permanecieron al sol durante más de dos horas.