«El servicio balear de Epidemiología ha confirmado hasta el pasado jueves, 16 de junio, un total de cinco casos de viruela del mono diagnosticados en las Islas Baleares: uno en la isla de Formentera, dos en la de Eivissa y otros dos en Mallorca. Todos ellos evolucionan correctamente, cumpliendo con los protocolos establecidos por el ministerio de Sanidad», rezaba un escueto comunicado facilitado por el departamento de comunicación de la conselleria de Salud la situación de Balears en lo que a contagios confirmados de la nueva enfermedad emergente.

«Asimismo, desde que se decretó la alerta sanitaria, se han investigado un total de 20 casos sospechosos, 13 de los cuales se han descartado y otros dos todavía se investigan. El gabinete de comunicación de la conselleria de Salud y Consumo no facilitará más información de los casos para preservar la privacidad de las personas afectadas. Este balance se volverá a actualizar, previa demanda por parte de los medios interesados, el próximo jueves 23 de junio», concluía la citada comunicación.

Pese a que fuentes sanitarias informaron de que ayer, viernes, se estarían analizando otros dos posibles casos de esta enfermedad en sendas analíticas remitidas al laboratorio de Microbiología de Son Espases por parte del hospital ibicenco de Can Misses y de que previsiblemente los resultados de las mismas ya se habrían conocido durante la tarde de ayer, la política informativa de la conselleria de Salud ha apostado por centralizar la información y no informar de nuevos contagios hasta el jueves de la semana que viene. Ante la proliferación de casos por todo el país, el ministerio de Sanidad informó recientemente de que España recibirá 11.000 vacunas contra esta enfermedad y que está previsto que 5.000 de ellas lleguen este mismo mes.