Solo en abril operaron en el aeropuerto de Palma 1.549 vuelos privados, un centenar menos que en julio de 2019, dato clarividente de cómo crecen los vuelos privados a la isla. «Ya hay dificultades para conseguir slots (franja horaria para aterrizar o despegar)», señala Jesús Cuartero, presidente de Essentially Mallorca. Los clientes piden cambiar sus reservas de transfer por esa razón. Se va a intentar reservar slots con antelación para sortear ese escollo en los planes de los visitantes más exclusivos, acostumbrados a organizar sus escapadas con «la inmediatez» que supone viajar en jet privado. En la recuperación del tráfico aéreo balear está influyendo mucho estos vuelos que se preparan en ocasiones con dos horas de antelación y ocupan slots como los de la aviación comercial, aunque en ese caso se programan las operaciones con seis meses de antelación. Así las cosas puede ser que si los vuelos comerciales se retrasan se deba a que coinciden con tráfico privado, apuntan fuentes del sector.
