La diputada del PP Isabel Borrás recriminó ayer en el Parlament a la consellera de Salud, Patricia Gómez, su falta de apoyo al jefe de servicio de Traumatología de Son Llàtzer, destituido recientemente por «pérdida de confianza» y tras denunciar este diario que había recibido quejas por parte de usuarios del hospital del Migjorn por irregularidades durante la realización de peonadas (actividad vespertina para reducir listas de espera remunerada aparte) sin aludir a que se estuvieran produciendo en ningún servicio médico en concreto.

Así, Borrás lamentó que se hubiera puesto en la picota mediática a un profesional médico con veinte años de experiencia, circunstancia que la consellera negó aludiendo a la profesionalidad y compromiso del responsable destituido cuyo cese achacó a los cambios habituales que se producen entre los más de 150 jefes de servicios médicos que trabajan en los siete hospitales públicos del Servei de Salut.