Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Coordinadora general del grup d’ornitologia balear (GOB)
Entrevista

Mar Muñoz: «Han aprobado una nueva Ley de turismo insuficiente y a puerta cerrada»

«El Pacte ha fallado al GOB, y el proyecto más flagrante ha sido el de la autopista de Llucmajor a Campos» - «Nunca será sostenible un sector turístico que no tiene en cuenta la capacidad de carga de las islas»

Mar Muñoz: "Han aprobado una nueva Ley de turismo insuficiente y a puerta cerrada"

Mar Muñoz: "Han aprobado una nueva Ley de turismo insuficiente y a puerta cerrada" B. Ramon

Para ver este vídeo suscríbete a Diario de Mallorca o inicia sesión si ya eres suscriptor.

Mar Muñoz: "Han aprobado una nueva Ley de turismo insuficiente y a puerta cerrada" Jaume Bauzà

Mar Muñoz (Inca, 1987) fue nombrada coordinadora general del GOB el pasado octubre después de una década de activismo en Greenpeace. Celebra la respuesta social a la campaña ‘Avui per Demà’, que el 28 de mayo citó a más de dos mil personas en la Plaza Mayor de Palma para hacer un mosaico. Ahora está en plena recogida de firmas para impulsar la Iniciativa Legislativa Popular de la Ley de bienestar para las generaciones presentes y futuras. «Hacía muchos años que no conseguíamos una movilización de estas dimensiones. Ha sido una oportunidad para que la gente saliera a la calle y se diera cuenta de que son muchos y muchas quienes queremos luchar por un futuro mejor», afirma.

«No podemos seguir creciendo, aunque el concepto decrecer sea impopular». | B. RAMON

Adornan la pared carteles llamando a salvar Cala Mondragó o sa Dragonera, que hoy recordamos como movilizaciones ecologistas míticas. ¿La de la Plaza Mayor fue comparable o son otros tiempos?

En número de asistentes las cifras son mucho más bajas, pero el éxito sí es comparable. Hay que ver el contexto en el que nos encontramos. Venimos de años de una desmovilización generalizada de las bases sociales. Y también hay que sumar los dos años de pandemia, que han disuadido a mucha gente de salir a la calle para evitar aglomeraciones.

Necesitan reunir 7.500 firmas hasta el 23 de junio para defender en el Parlament la ILP de la Ley de bienestar para las generaciones presentes y futuras de Balears. ¿Cuántas tienen?

No tenemos una cifra exacta porque hay hojas de firmas distribuidas por todas las islas, pero pensamos que vamos bien. Estas tres últimas semanas nos toca pegar un estirón fuerte. Creemos que el acto de la Plaza Major supuso un gran impulso.

¿Qué regulará esa nueva ley?

Que se tenga en cuenta el impacto que tendrá en el futuro lo que estamos haciendo hoy. Es incierto cómo será el futuro dentro de veinte o treinta años. Pero sí sabemos que los actos que llevamos a cabo hace veinte o treinta años hoy están teniendo un impacto negativo en el territorio y en la calidad de vida de la gente. Lo que pretende esta ley es que cualquier iniciativa legislativa contemple esta mirada a largo plazo y vaya acompañada de un informe de justicia intergeneracional que valorará en once ítems diferentes esos impactos futuros.

¿Qué calendario manejan? ¿Se pueden aprobar esta legislatura?

Pensamos que la ILP se admitirá a trámite y que contaremos con el apoyo parlamentario suficiente. Y que en septiembre u octubre tendremos la posibilidad de defenderla ante el Parlament. Pero en caso de aprobarse, ya sería durante 2023. Ojalá fuera durante esta legislatura, pero creo que vamos justos de tiempo.

¿Qué pasará si en las próximas elecciones hay una mayoría de derechas en el Parlament y un cambio de Govern?

Ha habido una modificación en la Ley de participación ciudadana. Antes, si la ILP no se aprobaba dentro de una misma legislatura se desestimaba y había que empezar de cero. Pero ahora, una vez se ha admitido a trámite, aunque haya un cambio de gobierno está obligado a seguir con el procedimiento establecido.

El Parlament acaba de aprobar la nueva Ley de turismo, que incluye una moratoria de cuatro años para la creación de nuevas plazas turísticas y las camas elevables para las Kellys. ¿Es un buen punto de partida para un cambio de modelo?

Hay cosas positivas como incorporar el 2x1 [implica que por cada dos plazas turísticas que intercambien dos propietarios o que se den de baja, se eliminará una], que era algo que en el GOB llevábamos tiempo pidiendo. También celebramos la mejora de la calidad del trabajo para las trabajadoras de los hoteles. Pero es una ley totalmente insuficiente, tramitada a puerta cerrada y con una falta absoluta de transparencia. Y ni en el último momento hemos sido invitados al debate parlamentario. Pensamos que una moratoria de cuatro años es insuficiente; la congelación de nuevas plazas debería ser permanente porque las islas han sobrepasado por completo sus límites de capacidad de carga.

La nueva ley también establece que los hoteles funcionen con una economía circular. ¿Qué significa?

Toda la ley está enmarcada en un ‘greenwashing’ [lavado de cara verde] de circularidad y se queda en la superficie. Establece medidas muy básicas. Ya hace años que contamos con una serie de tecnologías e incluso muchos hoteles las tienen implementadas. Este discurso de la circularidad servirá para que, a través de los fondos europeos, los grandes hoteleros puedan hacer su propia transición energética. Es márketing y solo pretende que con fondos públicos los grandes hoteleros puedan renovar sus infraestructuras.

¿También les parece insuficiente la limitación de tres cruceros al día?

Totalmente. Desde la Plataforma Stop Creuers, de la que formamos parte, pedíamos máximo un crucero al día. Pero ni siquiera se está cumpliendo ese tope de tres al día que se ha aprobado.

¿Puede ser sostenible el turismo? ¿Hay algún ejemplo en el mundo?

Turismo sostenible es un concepto que no existe, lo que hay que hacer es buscar un modelo sostenible para la economía y el territorio. Nunca será sostenible un turismo que no tiene en cuenta la capacidad de carga de las islas, y desde los años 60 estamos sumergidos en un proceso de superpoblación. Sería necesario decrecer muchísimo para empezar a hablar de un turismo sostenible.

Mar Muñoz posa para la entrevista concedida a este diario en la sede del GOB en Palma. B. RAMON

El Govern celebró hace poco su séptimo aniversario en el Consolat. ¿Cómo resume el GOB estos siete años de mandato?

Históricamente es más fácil trabajar con un gobierno progresista que con uno de derechas. Pero su ambición estos siete años ha sido insuficiente. A la hora de tomar decisiones a favor del territorio, y también a la hora de hacer procesos más participativos. Esperábamos espacios de comunicación más productivos, muchas veces las conversaciones que se tienen no se reflejan en cambios reales porque las propuestas no se tienen en cuenta.

¿El Pacte ha fallado al GOB?

Evidentemente ha fallado al GOB. Y el proyecto más flagrante ha sido la autopista de Llucmajor a Campos, seguimos sin entender cómo un Govern progresista le dio apoyo . Aunque ponemos en valor que ha sido un Govern más comunicativo, y esperamos que si continúan se establezcan nuevos espacios de comunicación y participación vinculantes.

¿El GOB tiene que hacer autocrítica? A veces parece que estén instalados en el ‘no a todo’.

No estamos instalados en el ‘no a todo’, aunque puede que demos esa imagen porque parece que haya una lucha de poderes entre lo político y lo social. Al final tenemos que aprender a trabajar juntos. Nosotros siempre intentamos ser propositivos, aunque a veces nuestras propuestas no son escuchadas. Lo que muchas veces ha fallado es la comunicación. Es mucho más fácil sacar un titular de ‘sí a todo’ o ‘no a todo’, y generar bandos, en lugar de mostrar que se puede trabajar conjuntamente desde lo social y lo político.

Este verano habrá récord de turistas. La vieja normalidad ha vuelto incluso con más fuerza.

Sí, parecía que con la pandemia habíamos aprendido la lección. Se declaró una emergencia sanitaria a nivel internacional y como respuesta se tomaron medidas contundentes, sin miedo a sacrificar lo que fuera necesario. En cambio la emergencia climática es un concepto que todo el mundo tiene muy interiorizado, que incluso el Govern y los ayuntamientos la han declarado, pero no se ha asumido como una emergencia. Aprendamos de la pandemia que cuando hay una emergencia, hay que actuar con la contundencia que merece.

¿El decrecimiento en Balears tiene que ser económico y también de población?

No tiene que ver directamente con la economía o con la población, sino con la forma de funcionar. Un cambio de modelo, de la forma de relacionarnos desde lo más pequeño a lo más grande. Evidentemente desde los 60 vivimos un proceso de superpoblación y no tenemos soberanía alimentaria, lo que plantea un escenario poco esperanzador. Lo que está claro es que no podemos seguir creciendo, aunque el concepto de decrecer sea impopular.

Decrecer es un concepto impopular entre otras cosas porque podría implicar perder puestos de trabajo. ¿Es un sacrificio que habría que asumir?

Si hubiese una planificación de ese cambio de modelo se tendría en cuenta la parte medioambiental y también la de la justicia social. Durante estos siete años el Govern podría haber hecho una buena planificación de cómo hacer un cambio de modelo. Todo el mundo tiene claro que es necesario, pero no se está haciendo. El Fórum de la Societat Civil es un espacio para hacer propuestas concretas y estudiar cómo llevarlo a cabo. Es un trabajo que tendrían que hacer las instituciones y lo está haciendo la sociedad civil.

Compartir el artículo

stats