La conselleria de Educación continúa apostando por la FP y ofertará el curso que viene dos nuevos ciclos formativos: uno de Actividades domésticas y limpieza de edificios, que se impartirá en el CIFP Son Llebre y en el IES Porto Cristo, y otro de Estilismo y dirección de peluquería, que se enseñará en el IES Cap de Llevant de Maó.

También se implantan dos nuevos cursos de especialización, uno de Desarrollo de de videojuegos y realidad virtual en el IES Manacor y en el CIFP Pau Casesnoves de Inca, y otro de Mantenimiento de vehículos híbridos y eléctricos en el CIFP Juníper Serra de Palma. Por otro lado, se mantienen los que se implantaron el año pasado, como el de Hornería y bollería artesanal y el de Ciberseguridad, e incluso se amplía su oferta a más centros educativos.

Lo anunció ayer el conseller de Educación, Martí March, que detalló que el próximo curso contará con 25 ciclos formativos más, aunque solo dos de ellos se ofrecen por primera vez en las islas. Del total de nuevos ciclos, 20 serán en Mallorca, y de estos, cinco son de grado básico, cuatro de grado medio y once grados superiores.

El incremento de la oferta supondrá un aumento de entre 900 y 1.000 plazas de Formación Profesional —aunque habrá que esperar a las cifras de matriculación para ver si se cubren todas—, y también un aumento de la plantilla docente de unos 90 maestros, que se añaden a los más de 1.500 profesores de FP de las islas.

Además, continuarán en funcionamiento el próximo curso las nueve aulas ‘Ateca’, creadas el año académico 2020/2021 como espacios tecnológicos que se acercan a entornos de trabajo e incorporan recursos propios de cada sector productivo como si de una simulación se tratase. Balears también cuenta para el próximo curso con 18 aulas de emprendimiento, que facilitan la constitución de empresas y la autoocupación entre los alumnos.

Asimismo, el conseller de Educación, preguntado por la demanda de perfiles cualificados por parte de los negocios y la falta de trabajadores para este verano, se mostró satisfecho de que empresas e instituciones empiecen a exigir profesionales formados, mientras que hasta ahora, en sectores como la hostelería o la construcción, había muchos trabajadores sin estudios ni formación. «La FP tiene cada vez más prestigio, se ha convertido en un elemento clave de la transformación económica», celebró el dirigente.

Sin embargo, advirtió que el diseño de su oferta requiere de una planificación a lo largo del tiempo, ya no solo para adaptar la oferta formativa a la demanda empresarial, sino también para no saturar el mercado laboral y garantizar que todos los alumnos graduados podrán insertarse al terminar el curso. En este sentido, cabe decir que la Conselleria está trabajando para incorporar una formación específica para empleados judiciales, como han reclamado desde la Audiencia Nacional, en el currículo del grado medio de Gestión administrativa.

March insistió en que es una buena noticia que patronales y empresas demanden trabajadores formados: «Estoy contento de que, al fin, vean que sin cualificación no hay futuro», manifestó, aunque también avisó de que para ampliar la oferta de Formación Profesional es necesario que las empresas colaboren aceptando a alumnos en prácticas en unas instalaciones adecuadas: «La FP no es una cuestión unilateral de la Administración, las empresas también se tienen que comprometer y nosotros estaremos encantados de colaborar», aseveró March.