Los adjuntos del servicio de Traumatología de Son Llàtzer han firmado una misiva en la que deploran la gestión realizada por la gerencia y la dirección médica de su hospital en torno a las presuntas irregularidades en la realización de las peonadas (actividad extraordinaria realizada por las tardes con el fin de recortar las listas de espera que es remunerada aparte) tras revelar este diario el asunto y que, tan solo unos días después de su publicación, se tradujo en la destitución del jefe del servicio, José María Rapariz, por "pérdida de confianza".

Por ello, los adjuntos firmantes reclaman la dimisión de sus máximos cargos directivos por esta mala gestión y se niegan a realizar más peonadas "hasta tener un equipo directivo en el que confiar".

"Aparte de los perjuicios directos e irreparables sobre el doctor Rapariz, el cese del jefe de servicio en estas circunstancias especialmente difíciles de sobrecarga asistencial, listas de espera en sus máximos históricos tanto en consultas como de cirugía derivadas, entre otras causas, por las terribles circunstancias que ha ocasionado la pandemia con año y medio de quirófanos cerrados y trabajando en condiciones muy difíciles, escasez de profesionales, etcétera; deja al servicio en unas condiciones en las que difícilmente va a poder garantizar la calidad asistencial de la que siempre hemos hecho gala", explican en la misiva.

 "Por todo ello entendemos que es de justicia, independientemente de las acciones que pueda iniciar el interesado, exigir que el equipo directivo que ha gestionado esta desgraciada situación asuma sus responsabilidades. No resulta creíble que el equipo que ha sido incapaz de manejar esta situación desde un punto de vista profesional y humano sean capaces de resolverlo", añaden.

 "Mientras tanto nosotros intentaremos garantizar la continuidad asistencial del servicio como hemos hecho hasta ahora, pero entendemos que no debemos seguir realizando turnos extraordinarios de tarde hasta tener un equipo directivo en el que confiar", concluye el escrito fechado en el día de ayer, 24 de mayo.

Como se recordará, tras adelantar este diario la destitución de Rapariz, el viernes de la semana pasada el director gerente de Son Llàtzer, Francesc Marí, achacó como motivo principal de esta "pérdida de confianza" a una gestión de las listas de espera con la que no estaba de acuerdo la dirección del hospital.

Unas listas de espera que, como publica este diario en su edición de hoy, se han disparado según los últimos datos publicados por el Servei de Salut correspondientes al pasado mes de abril.