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Son Llàtzer admite que destituyó al jefe de Traumatología por su mala gestión de la lista de espera

El director del hospital, Francesc Marí, niega no obstante irregularidades en las ‘peonadas’ para reducir una demanda asistencial que les obliga a derivar primeras consultas al Sant Joan de Déu

Imagen de las jornadas de la enfermedad de Andrade con Marí y Agüera en ambos extremos . CAIB

El director gerente del hospital de Son Llàtzer, Francesc Marí, achacó la destitución del jefe de Traumatología, José María Rapariz, «a la gestión interna (que realizaba) del servicio, a nada más. Llevamos meses trabajando con los indicadores, tenemos unos objetivos que cumplir y no eran exactamente lo que la gerencia le pedía a este servicio y encontramos que la solución pasaba por un cambio del responsable de Traumatología».

Preguntado sobre si los indicadores apuntaban a que la lista de espera era muy elevada, el gerente contestó que «los indicadores de los contratos de gestión son muy parecidos en todos los servicios (médicos): listas de espera, organización de agenda, la programación quirúrgica, indicadores cualitativos… básicamente lo que más nos preocupaba era la gestión de las listas (de espera). Creemos que se podía hacer de otra manera y las discrepancias a la hora de ver cómo se podía hacer nos han llevado a pensar que lo mejor para el propio servicio y el hospital era hacer un cambio».

Marí señaló que en definitiva el servicio de Traumatología no había cumplido con los objetivos encomendados y recordó que todos los jefes de los diferentes servicios médicos son evaluados periódicamente y que se hace un escrupuloso seguimiento de todos los indicadores. «Estamos a mitad de año y cuando acabe tenemos que cumplir unos objetivos y pensábamos que no íbamos bien y se ha optado por esta decisión», añadió subrayando a continuación que esta insatisfactoria gestión no implicaba que el doctor Rapariz no fuera «un magnífico profesional, que se queda dentro del hospital trabajando». 

Preguntado sobre si el servicio de Traumatología era el que acumulaba una mayor lista de espera, Marí matizó que «es uno de los que tienen más demanda. Desde Primaria tiene una demanda importantísima, desde Urgencias entran muchos pacientes para Traumatología y es un servicio grande e importante para el hospital. Y esta dimensionado como tal», señaló revelando que deben derivar primeras visitas (consultas médicas) al hospital Sant Joan de Déu porque «no podemos cubrir toda la demanda que tiene el hospital. Esto ocurre desde hace muchos años. Es un servicio muy importante y clave para este hospital», reiteró.

El impacto de las urgencias

Inquirido entonces si no estaban satisfechos con el trabajo que realizaban en su jornada ordinaria, si no eran todo lo eficaces que se les exigía, Marí se posicionó a favor de sus subalternos: «Eficientes lo son, trabajan muchísimo, se trata de hacerlo mejor, de otra manera…organizar la lista (de espera) de otra manera… de citar al paciente en función de su patología, no todas son lo mismo… es complejo. No es un trabajo fácil ya que además hay que compatibilizar la actividad ordinaria con la urgencia y esta última impacta mucho sobre la ordinaria. Ese equilibrio no es sencillo, eso hay que admitirlo, pero pensamos que era mejorable y de ahí el cambio».

Preguntado sobre las irregularidades en las peonadas denunciadas a este diario que hablaban de adelantos en la hora de consultas vespertinas a conveniencia de los propios facultativos, Marí señaló que no tenía constancia de estos hechos aunque negó a continuación que esto constituyera ninguna irregularidad ya que, consideró, «adelantar una visita puede ser beneficioso para todos, aunque sea en el mismo día. Creo que se hace de manera exquisita la gestión tanto de las mañanas como de las tardes».

Inquirido sobre si lo consideraría una irregularidad en el caso de que el paciente «perdiera» la visita por la «conveniencia» exclusiva del médico en adelantar la consulta, respondió el director médico del hospital, Javier Agüera, que atendía a este diario junto a su gerente. «Permítame que lo ponga en duda porque estamos hablando de actividad extraordinaria y eso no interesa a nadie porque, en nuestro sistema, un paciente no visto es un paciente (por el) que no cobra el médico», garantizó. 

«Se cumplen las normas en la inmensa mayoría de los casos»

El director médico de Son Llàtzer aprovechó para salir en defensa de «la honorabilidad de los médicos del hospital Son Llàtzer. Durante estos días parece que se ha puesto en duda su trabajo y su honorabilidad respecto a la actividad extraordinaria que se realiza de una forma correcta y conforme dispone la ley. Como director médico quiero reforzar a mis compañeros facultativos y que quede bien claro que se cumplen las normas en la inmensa mayoría de los casos y que tenemos un sistema muy estricto precisamente para evitar irregularidades. Me gustaría que eso quedara claro».

«Hay un control muy estricto y más aún desde que está esta dirección», apuntó Agüera reiterando que «los facultativos cumplen y si no ven un paciente por un cambio de hora no lo cobran». También negó suspensiones de intervenciones quirúrgicas por desacuerdos en la manera de retribuirlas. «Nuestros facultativos son personas trabajadoras, honradas y que están haciendo un esfuerzo muy importante por solucionar la lista de espera que ha generado estos años de pandemia y lo que deberíamos estar es agradecidos a ese esfuerzo. Son personas que hacen trabajo por la mañana y trabajo por la tarde, no se les está regalando nada». Cuando se le recordó que esta actividad vespertina está remunerada, contrarrestó que, «como a todas las personas, nadie trabaja gratis».

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