Los 30 votos del Pacto de izquierdas (PSIB, Més per Mallorca y Podemos) fueron suficientes para elegir ayer a Tòfol Milán como director de la Oficina de Lucha contra la Corrupción por designación del Parlament. Recibió 26 votos en blanco, ya que faltaron tres diputados de la oposición. De estar todos, Milán habría sido elegido por solo un voto de diferencia en mayoría simple. El nuevo director de la Oficina Anticorrupción no estuvo presente durante su elección durante la sesión plenaria de ayer en el Parlament y el presidente del Parlament, Vicenç Thomàs, recordó que su designación será efectiva cuando presente la documentación requerida.

Hay que recordar que Milán no pudo ser elegido la pasada semana debido a que la izquierda no tenía los votos suficientes para su designación al faltar la presidenta Francina Armengol, que se encontraba en el funeral del historiador Josep Massot y Muntaner. El motivo era que Més per Menorca no apoyaba a Milán al calificarlo como un cargo socialista y consideraron que no puede estar al frente de la Oficina Anticorrupción. Fue director general e interventor durante la última legislatura de Francesc Antich, además de ostentar puestos de relevancia en el ayuntamiento de Calvià gobernando los socialistas. Asimismo, estuvo en la dirección general de la Guardia Civil en tiempos de Joan Mesquida y con Rodríguez Zapatero de presidente del Gobierno.

Tòfol Milán ha sido hasta el día de ayer jefe del área de Ética Pública, Prevención e Integridad de la Oficina Anticorrupción, designado por su antecesor Jaume Far. Representa la continuidad en el equipo de Anticorrupción y tiene un extenso currículum en puestos de relevancia en la gestión pública. De hecho, fue el propio Far quien lo recomendó a los partidos para sucederle.

En los próximos días se publicará su nombramiento en el Boletín Oficial de les Illes Balears (BOIB) y después tomará posesión en un acto que tendrá lugar ante la mesa del Parlament.

Entre los principales retos que deberá afrontar Tòfol Milán como máximo responsable de la Oficina de Lucha contra la Corrupción de Balears será el de decidir sobre la investigación abierta a dos altos cargos socialistas por la presunta vacunación irregular. Es el caso del director de primaria del IB-Salut, Miquel Caldentey, y la consellera de derechos sociales del Consell, Sofía Alonso. También entre sus deberes estará el de recomponer sus relaciones con el Govern tras las polémicas abiertas con su antecesor, Jaume Far.