Diario de Mallorca

Diario de Mallorca

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Miedo a las aglomeraciones en el aeropuerto de Palma por la falta de vigilantes de seguridad

La oferta de restauración, ahora para fijos discontinuos, no atrae a los estudiantes, mientras en ‘handling’ la reforma laboral dispara los indefinidos

Pasajeros en los filtros de seguridad del aeropuerto de Palma la pasada Semana Santa. | DM

Esta Semana Santa han vuelto a Son Sant Joan las imágenes de oleadas de pasajeros en una Pascua en la que se recuperó el tráfico a niveles de prepandemia. El elevado flujo de viajeros llegó a provocar largas colas puntuales en los filtros de seguridad en el área de Salidas. Se teme que esa escena se pueda volver a repetir por la falta de vigilantes de seguridad. En general, el aeropuerto, al igual que el sector turístico, enfrenta dificultades para completar las plantillas, como se refleja en el área comercial. También en los servicios en tierra (handling) las contrataciones van por goteo, con jornadas poco atractivas a tiempo parcial, aunque el efecto de la reforma laboral ha disparado los contratos indefinidos.

La subcontrata de seguridad de Aena para vigilantes de seguridad, Trablisa, todavía tiene abiertas ofertas de empleo para el aeropuerto de Mallorca para contratar a personal fijo discontinuo. Según fuentes cercanas, cuenta con poco personal, lo que conlleva que se hagan cuellos de botella en los filtros de seguridad.

Desde la patronal de aerolíneas, ALA (Asociación de Líneas Aéreas), su presidente, Javier Gándara, también viene reclamando que se refuercen las dotaciones policiales de control de pasaportes para pasajeros de terceros países en aeropuertos como el de Palma, por la alta densidad de tráfico internacional. Basta de ejemplo que dos veces a la semana en poco más de una hora llegan hasta 15 vuelos con británicos para embarcarse en cruceros en el puerto de Palma.

Las empresas tratan de retrasar al menos hasta mayo las contrataciones, pero mientras tanto Son Sant Joan vuelve a registrar un volumen de tráfico que recuerda al de 2019. Solo entre el Miércoles Santo y el Lunes de Pascual se rozaron los 4.000 vuelos (más de dos tercios internacionales). Y en marzo se registraron 10.670 operaciones, un 2,2% más que en el mismo mes de aquel año récord.

Otra cosa es que los aviones todavía no se llenan: el mes pasado por el aeropuerto pasaron casi 1,1 millones de pasajeros, un 15,6% menos que hace tres años, como advierten fuentes de la oferta comercial y de restauración presente en Son Sant Joan.

Mientras, aún no se logra cerrar las plantillas necesarias para enfrentar la que se estima será otra excelente temporada, al menos a tenor de la apuesta de las aerolíneas por Balears: han programado para el verano más de 44 millones de asientos, un 10% más que antes de la covid.

Parte de los trabajadores de bares y restaurantes del aeropuerto son estudiantes que no ven atractivo convertirse en fijos discontinuos porque les ata a un contrato hasta octubre y les impide incorporarse a tiempo a sus estudios. La consecuencia es que «está complicado» completar plantillas. Salta a la palestra de nuevo que solo a los residentes les interesan las ofertas por el encarecimiento de la vivienda.

Por el contrario, en el área de handling (gestión de equipajes) la reforma laboral ha supuesto que ya la mitad de los contratos sean indefinidos, cuando en 2019 solo lo suponían el 15%, frente al 85% de temporales. La mejora es patente desde el 1 de abril, explica Susana Carballido, responsable del Sector Aéreo de CCOO. Confía en que se tornen los porcentajes y nueve de cada diez contratos ya sean de larga duración. «Bajaría mucho la precariedad» en una actividad en la que los trabajadores tienen «horas muertas» por las jornada fraccionadas; se ofrecen diez horas. «Hemos conseguido que sean 20 horas, pero cuesta». No es de extrañar que los operadores de handling en el aeropuerto (Iberia, Groundforce, de Globalia, y Acciona) también vayan a ralentí en las contrataciones, aunque están siendo previsores y formando a personal previendo que habrá mucho tráfico.

La responsable del Sector Aéreo de UGT, Berta Rubio, señala que la temporada se presenta buena, aunque aún no se garantizan contratos a tiempo completo a los fijos discontinuos. Corrobora que se ciñen a 10, 12 o 10 horas.

LAS CLAVES

Perspectiva: Miedo a las aglomeraciones por las oleadas de pasajeros.

La falta de vigilantes de seguridad hacen temer largas colas en los filtros de seguridad, como ya ha ocurrido puntualmente durante los días fuertes de las vacaciones de Semana Santa. También desde la patronal de aerolíneas, ALA, se advierte que urge reforzar las dotaciones policiales en el control de pasaportes por el mercado británico.

Restauración: Los estudiantes prefieren contratos temporales.

Las ofertas para trabajar en verano en restauración en el aeropuerto no atraen a los jóvenes: prefieren un contrato temporal a atarse a uno de fijo discontinuo que les dificulta compaginarlo con sus estudios.

Horas muertas: Jornadas de 10, 12 y 20 horas en ‘handling’.

Crecen los contratos indefinidos, son el 50% (frente al 15% antes de la reforma), pero no se logran a tiempo completo. 

Compartir el artículo

stats