Diario de Mallorca

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SOBREVIVIR PARA VIVIR EN INVIERNO. Después de dos años en los que el modelo turístico balear ha funcionado a ralentí la isla se prepara para repetir como un destino de éxito amenazado por sus contradicciones.

Verano 2022 en Mallorca: los diez desafíos ante otro 'boom' turístico

Claves y riesgos ante otra temporada en la que la isla prevé recuperar cifras de infarto

Verano 2022: desafíos ante otro bum turístico

Mallorca vive la resaca de una Semana Santa en la que su planta hotelera ha superado de largo el 85 % de ocupación respecto al último ejercicio de éxito, 2019. También el alquiler vacacional rozó el 80 % de aquel año. Y el segmento de lujo todavía fue mejor, llegando al 90 % del volumen antes de la pandemia. Las calles de Palma, Platja de Palma y el resto de destinos de la isla vuelven a estar pobladas de turistas, cicloturistas, cruceristas... Todo parece indicar que regresarán las cifras de infarto antes de que la pandemia arramplara con el sustento de la economía balear. Esta isla tiene que resistir a otra temporada exitosa para que sus habitantes respiren en invierno mientras se sigue debatiendo de las secuelas del monocultivo turístico, la desestacionalización o la diversificación económica que no llegan. Si se cumplen los pronósticos, el archipiélago se acercará a los 16 millones de turistas que llegaron en 2019, casi 12 millones solo en Mallorca, año en el que por Son San Joan pasaron cerca de 30 millones de pasajeros.

CONECTIVIDAD: Más plazas aéreas que antes de la pandemia

Las compañías han vuelto a apostar fuerte por Balears: han programado 44 millones de asientos, un 10,6 % más que en el último verano prepandemia, según datos de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA). Javier Gándara, su presidente, asegura que las islas van a liderar la recuperación turística por la alta demanda de los países emisores europeos. Aunque todavía los aviones no se llenan, la elevada conectividad es la clave para que la temporada alta tenga su despegue asegurado. Se avistan sombras por posibles subidas de precios de los billetes por el alza del combustible, nuevos impuestos que graven el queroseno desde Bruselas o la prohibición de vuelos cortos. Por el momento solo son nubarrones en el horizonte.

HOTELES: La planta alojativa estará operativa al cien por cien

Para Pascua ya abrieron el 85 % de los hoteles de la isla y, después del pico alto de ocupación de esas fechas (85 % respecto a 2019), sigue la reactivación de los establecimientos a lo largo de este mes de mayo. La temporada pasada hubo un 12 % de hoteles asociados en la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM) que no pudieron abrir, incluso desde la quiebra de Thomas Cook, en septiembre de 2019. En cambio, este verano solo quedarán tres inactivos por reforma integral, informó la FEHM. El objetivo de los empresarios no cambia: alargar la temporada, ojalá hasta noviembre.

ALQUILER VACACIONAL: Crece la demanda y se repitela oferta ilegal en Palma

El alquiler turístico gana terreno. Si ya pisaba fuerte antes de la pandemia, su demanda se disparó justamente por ella: fue uno de los primeros sectores en reactivarse, creciendo la demanda de casas unifamiliares de campo en detrimento de los apartamentos. Los turistas siguen decantándose por ese tipo de viviendas. El 70 % del sector ya está operativo y este mayo se sumarán los alojamientos sin calefacción, explicaba el presidente de su patronal, Habtur, Toni Barceló. Por otra banda, empieza otra temporada alta con oferta ilegal: plataformas como AirBnB están plagadas de anuncios que ofertan pisos en Palma sin licencia para la actividad, saltándose la prohibición, en vigor a pesar de que el Tribunal Superior de Justicia de Balears diera la razón a Habtur y la anulara. Mientras continua la batalla legal, al recurrir la sentencia el Ayuntamiento, vuelve el temor a los escándalos habituales en los barrios más demandados.

MANO DE OBRA: Dificultad para completar plantillas en el sector

Restauradores y hoteleros esgrimen que tienen dificultades para encontrar trabajadores para el verano: se achaca a que, tras dos años de crisis, habituales del sector se han colocado en otros sectores, además de que el precio de la vivienda en Mallorca y, sobre todo en Eivissa, ahuyenta a los que se trasladaban para la temporada. Nada nuevo bajo el sol, pero se aduce que se agrava la situación hasta el punto de que los hoteleros tendrán que reducir servicios en sus establecimientos e incluso rebajar la capacidad de ocupación. Los sindicatos apelan a que se mejoren las condiciones de contratación. Con la reforma laboral en vigor, vigilan que se respeten convenios y cargas de trabajo. La tasa de paro es del 18%, superior a la media nacional (13,6%), según la Encuesta de Población Activa (EPA) publicada el jueves.

INCERTIDUMBRE: La pandemia no se ha ido y la guerra en Ucrania amenaza

Las restricciones han desaparecido, las mascarillas y el límite de aforos también. No hay impedimentos al esparcimiento aunque se mantengan las recomendaciones de la distancia social que tanto ha perjudicado a la industria turística, pero la séptima ola acecha. Sin embargo, más preocupa la guerra en Europa. Si antes de Semana Santa se argumentaba que la mayor incertidumbre era cuánto se alargaría el conflicto en Ucrania, ahora se apela que se restringe a aquella zona geográfica y el archipiélago se puede beneficiar como destino refugio alejado. Sus consecuencias económicas son otra amenaza, si los turistas europeos deciden ahorrar posponiendo sus vacaciones en la isla: mas temor da que Alemania, cada vez más acorralada, renuncie al gas ruso y la economía del primer país emisor a Mallorca se resienta. El sector náutico ha perdido los lujosos yates rusos.

MERCADOS / COMPETIDORES: Vuelven los británicos y otros destinos mediterráneos acechan

Mallorca no puede vivir sin el turismo alemán (4,5 millones de turistas en 2019 y 2,3 millones el año pasado), un mercado fidelizado que sigue siendo el líder y no renunció a viajar a sus segundas residencias ni durante el confinamiento del inicio de la pandemia. Este verano es el primero sin semáforos que prohíban viajar desde el Reino Unido, por fortuna sobre todo para Magaluf y Palmanova; se cruzan los dedos para recuperar el volumen del segundo país emisor en Balears (2,4 millones), que cayó a más de la mitad (1 millón) el año pasado. El mercado nórdico sigue a la baja, pero el francés crece en tiempos de turismo de proximidad y el mercado nacional, más de lo mismo; fue el que más se recuperó en 2021 (2,3 millones en el archipiélago frente a 2,7 millones en 2019). Al acecho están los destinos competidores: la turoperación incrementa la capacidad aérea a Grecia y Turquía; los otomanos, sin turismo ruso, tiran precios.

SUBE EL LUJO / NUEVA YORK: El segmento prémium se fortalece y llega el vuelo de United

El turismo de lujo también ha sido el que más velozmente se ha recuperado. En Semana Santa se estimaba ya una ocupación del 90 % respecto a la de 2019, lo que hace prever que será una temporada fantástica para toda la oferta prémium de la isla, después de que la pasada se superaran las cifras de antes de la crisis, de acuerdo a Essentially Mallorca. Se rezuma más optimismo si cabe con el inicio, el 3 de junio, del vuelo Palma-Nueva York de United Airlines. Nace como una ruta estacional, pero será la primera vez que el mercado estadounidense llegue sin escalas a la isla. La autenticidad de la isla juega a su favor para consolidarlo. Con la pandemia también ha explosionado el tráfico de jets privados: se duplicó en Son Sant Joan en 2021, con más de 16.000 operaciones, el doble que un año antes, según Aena, adelantando al aeropuerto de Eivissa, el líder antes de la crisis covid. Supone una media de 45 aterrizajes y despegues diarios en Mallorca y los más de 32.500 vuelos de 2021 en las tres islas se traducen en 89 jets por día en los cielos de Balears. La aviación comercial mira con envidia a la privada.

COCHES DE ALQUILER: Menos flota, precios caros y nuevas unidades que llegan

Desde los rent a car se afronta la temporada con la flota reducida. Se estima que se ha pasado en Balears de unos 120.000 vehículos a alrededor 80.000, por ende, las tarifas han subido entre un 10-15%, de acuerdo con el sector. La inactividad por la pandemia y la crisis de suministros afectó a la fabricación de automóviles y, en cascada, a las adquisiciones. La huelga del transporte, en marzo, supuso un retraso en su llegada; la semana pasada un buque de Trasmed trajo un millar a Palma y seguirán las entregas.

MASIFICACIÓN: Turismo de borrachera, adiós chiringuitos y llega la moratoria

Las carreteras irán llenándose más y más, en un año en que se extiende la prohibición para llegar al faro de Formentor en vehículo privado hasta las 22:30 horas para reducir las aglomeraciones y en el verano en el que se cierran chiringuitos, como los tres para proteger el Parc Natural de es Trenc. Se limitan a tres las llegadas diarias de cruceros, se hará frente al turismo de borrachera con el decreto ley de excesos y se estrena moratoria de nuevas plazas turísticas por la Ley de Turismo. La dos caras del Govern del Pacto: muestra preocupación por la sequía y la masificación de espacios protegidos ante el regreso del bum turístico y a la vez celebra que las islas recuperarán sus cifras de récord, para pasar página a aquel 2020 en que con 3 millones de turistas el archipiélago lideró el desastre turístico, con la pérdida de 13.000 millones de euros. El archipiélago, con Mallorca a la cabeza, un destino de éxito y un territorio amenazado por sus contradicciones: ha de sobrevivir al verano para seguir viviendo otro invierno en el que empezará la reforma de Son Sant Joan.

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