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Condenan al exciclista Roche por dejar una deuda millonaria en la isla

Una jueza responsabiliza al ganador del Tour y el Giro de provocar la quiebra de su empresa y le obligaba a pagar más de 700.000 euros

Stephen Roche

El conocido ciclista irlandés Stephen Roche, ganador entre otras carreras del Tour de Francia, el Giro de Italia y del Campeonato del Mundo de Ciclismo, ha sido condenado por una jueza de Palma por dejar una deuda económica de 733.866 euros. Una deuda que fue acumulando mediante su empresa, denominada Shamrock Events, a la que llevó él personalmente a la quiebra, retirando el dinero de la tesorería y gastándolo en viajes de lujo al extranjero y comprando productos de primeras marcas. Una jueza de Palma, del juzgado de lo mercantil, ha declarado el concurso de la empresa del excampeón ciclista de culpable, le ha inhabilitado para administrar la sociedad y, además, le obliga a afrontar con su patrimonio la deuda millonaria que dejó con varias empresas hoteleras de la isla. Sin embargo, Roche no dispone de ningún activo conocido en Mallorca, por lo que parece complicado que se pueda recuperar el dinero que debe por su actividad empresarial.

Tras abandonar la práctica profesional del ciclismo, el deportista irlandés creó una empresa de organización de rutas ciclistas en Mallorca. Captaba clientes extranjeros y les ofrecía un paquete de viaje a la isla, que consistía sobre todo en recorrer las principales rutas ciclistas. Los turistas se hospedaban en diferentes hoteles que el mismo Roche contrataba. El deportista era quien cobraba el servicio de los clientes y después se encargaba de pagar, además de a sus empleados, a los hoteles con los que tenía una muy estrecha relación comercial, hasta el extremo de que tenía su oficina en uno de estos establecimientos turísticos.

La calificación del concurso como culpable se produce como consecuencia del análisis de la actividad que realizó el excampeón irlandés, sobre todo a partir del año 2017, en el que dejó de pagar a sus acreedores, llevando a la quiebra a su empresa. Pese a ser un visitante habitual y residente en Mallorca, desde hace casi cinco años ya dejó de viajar a la isla. Se llevó todos sus bienes al extranjero. La última vez que vino fue hace dos meses para asistir al juicio donde se analizó su actividad empresarial en Balears. Sus explicaciones, en las que atribuyó su fracaso empresarial al Brexit, no convencieron a la jueza, sino más bien todo lo contrario. La magistrada, en una elaborada sentencia, se muestra muy crítica con la actuación del empresario, acusándole de ser el único responsable de la quiebra, además de acusarle de entorpecer el desarrollo del concurso de acreedores al no aportar la documentación contable. De hecho, en los últimos dos ejercicios previos a la declaración del concurso, que ahora se ha resuelto con la calificación de culpable, el exprofesional del deporte de las dos ruedas dejó de presentar los balances contables, en los que fue acumulando deuda, no porque la empresa no tuviera clientes, sino porque el dinero que iba cobrando, en vez de dedicarlo a cubrir los gastos, se los gastó en una vida de lujo. Fue demandado por sus acreedores en un proceso con la intervención del abogado Benito Veny.

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