La transformación que están a punto de experimentar los colegios el curso que viene con la entrada de los nuevos currículos de la Lomloe tiene en vilo a toda la comunidad educativa. Una de las novedades de este nuevo paradigma es el margen de maniobra que se deja a las comunidades autónomas para ajustar los decretos que establecen los planes de estudio, enseñanzas mínimas y metodología por cada materia.
Sin embargo, parece que no todas las regiones han hecho uso de esta libertad. La Sociedad Balear de Matemáticos (SBM) ha criticado a la conselleria de Educación por no haber hecho los deberes en este sentido, pues desde el Govern «no se ha realizado ninguna aportación al currículo y se ha dejado tal como viene en el BOE», lamenta el presidente de la asociación, Daniel Ruiz.
El responsable explicó ayer a este diario que los docentes de Matemáticas echan en falta más «concreción» respecto a los contenidos mínimos y la metodología de la asignatura, dado que los ejecutivos autonómicos pueden adaptar los currículos hasta un 50% (en el caso de Balears aumenta hasta un 60% por tener lengua cooficial) según sus necesidades socioeconómicas y culturales, por lo que ha sido una «sorpresa» encontrarse el documento sin aportación alguna por parte de la comunidad autónoma. «Se podría hablar de dejadez de funciones», acusa Ruiz, que también advierte que con un documento tan «genérico» habrá «disparidad entre centros y propuestas de profesores».
En este sentido, la autonomía de centros, una de las grandes novedades de los nuevos currículos, no sirve de «excusa» para el responsable de la SBM, que alega que «como mínimo» se necesita orientación metodológica para que la puesta en marcha del plan de estudios sea «factible». Así se lo han explicado los matemáticos de la asociación en un documento dirigido al Govern con alegaciones, sugerencias y propuestas de mejora sobre el plan de estudios.
En el texto, además, los expertos reclaman formación específica dirigida a los docentes de Primaria y Secundaria con el fin de que conozcan y utilicen las nuevas propuestas metodológicas, pues de otra manera «los cambios se quedarán solo en el papel».
Por otro lado, desde la SBM han solicitado replantear la distribución horaria de la materia en cuarto de la ESO, después de la disminución de un 25% de las horas de docencia en este curso. También ponen de manifiesto su «preocupación» por los tiempos establecidos para implantar los currículos: «Aplicar todos los aspectos en tan poco tiempo no parece viable», insinúan los matemáticos.
