Balears prohibirá la apertura de nuevas salas de juego hasta reducir el número de estos negocios a la mitad. El Govern, a través de la conselleria de Transición Energética y Sectores Productivos, modificará la ley del juego para establecer una moratoria sobre nuevas licencias hasta que el ratio actual de 140 salones de juego por millón de habitantes pase a 75, cifra que marca la media española. 

«Es un punto de inflexión para bajar la densidad de salas de juego actual. Hasta que no bajemos de este ratio no se abrirán nuevos procesos para obtener licencias. No podemos continuar doblando la media española», ha señalado el titular de la conselleria, Juan Pedro Yllanes, después de la reunión de la Mesa Social del Juego.

Hay que recordar que el Govern decretó una primera moratoria entre 2020 y 2022 que frenó nuevas aperturas, incluyendo la suspensión de licencias. Y en diciembre del año pasado se aprobó una suspensión del ortorgamiento de nuevas licencias por un periodo de dieciocho meses, plazo durante el que el Govern espera poder culminar la replanificación del sector

En esta ocasión la moratoria quedará fijada por ley y se prolongará de manera indefinida, al menos hasta que se haya logrado el objetivo de reducir un 50% el número de estos establecimientos.

La conselleria no prevé un plazo para alcanzar esa meta, aunque habla de «muchos años». La progresiva reducción de estos locales será voluntaria porque el departamento de Yllanes no puede cerrar locales, ni negarse a renovar las licencias que cumplan con los requisitos. «No podemos cerrar un sala de juego con licencia porque eso sería una conducta prevaricadora y yo tengo por costumbre no prevaricar. Lógicamente no cerraremos ninguna sala con licencia en vigor. Seguiremos inspeccionando que los menores no tengan acceso a estas salas, y si se encontrase un menor jugando en una de estas salas sí habría un expediente sancionador y se podría cerrar el establecimiento», ha señalado el conseller.

«Esta propuesta nos permitirá ir un paso más allá para ponernos a la vanguardia del tratamiento del juego como un fenómeno de salud pública y de convivencia. Incluye la moratoria automática de nuevas licencias hasta que el número actual de salas de juego y apuestas se reduzcan hasta la mitad. Eso supondrá que no se darán más licencias de juego en Balears durante un largo periodo de tiempo», ha descrito Yllanes.

Está previsto que la modificación llegue al Consell de Govern en tres o cuatro semanas. El Ejecutivo espera «consenso absoluto» durante su tramitación en el Parlament balear.

«Es muy buena noticia que en los próximos años el Govern balear no vaya a conceder más licencias de juego y apuestas», ha celebrado el Ministro de Consumo, Alberto Garzón. «Es imprescindible para avanzar hacia una sociedad más sana», ha añadido.

Dos salones de apuestas en Inca y Marratxí renuncian a abrir

Dos salas de juegos que tenían previsto abrir en la calle Miquel Bisellach, en Inca, y en la calle Cabana, en Marratxí, han renunciado pese a que su licencia no estaba afectada por la moratoria. «La revocación de estas licencias ha sido fruto de la implicación de los respectivos alcaldes y del vicepresidente [Juan Pedro Yllanes]. Hemos intentado que el sector hiciera un ejercicio de autoregulación y que entre todos pudiéramos convencer a los promotores de estas licencias de que no ejecutasen su derecho a su apertura y que dejaran extinguir las licencias. Por tanto, ha sido una revocación administrativa», ha explicado Miquel Piñol, director general de Comercio del Govern. 

Calle Cabana, en Marratxí, donde tenía previsto abrir una sala de juegos. Miquel Bosch

Sin embargo, desde la patronal de las salas de juego Sareiba han indicado que la renuncia de estos dos locales obedece a motivos económicos. «Han desistido por la elevada inversión que supone abrir en compra de maquinaria y en costes de personal. Más aún después de cómo la pandemia ha afectado al sector. Pero es una decisión puramente empresarial», ha asegurado un portavoz de la patronal.

Sea como fuere, el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, y la plataforma vecinal del municipio han celebrado esta decisión. «Fue un varapalo saber que se abría este negocio a 400 metros de nuestra escuela, en una zona de tránsito continuo de niños. Las asociaciones nos coordinamos y el clamor contra el salón de juegos fue unánime», ha indicado Catalina Cebrián.

Rechazo de la patronal del juego a la moratoria

La Asociación de Salones de Juego y Apuestas de Balears, SAREIBA, ha expresado su rechazo a la moratoria de nuevas licencias propuesta por el Govern hasta que el número de salones de juego no se reduzca hasta la mitad, de los 140 actuales por millón de habitantes hasta los 75. «Están matando moscas a cañonazos. El problema no son los 140 salones. De cada cien euros que se juega, solo entre ocho y nueve euros se juegan en estos locales. Así que la ludopatía no está en estos establecimientos, sino en los juegos que reparten premios mucho más importantes», indicó ayer un portavoz de esta patronal.

El sector lamenta «la falta de participación de las empresas de juego, incluyendo casinos, bingos y salones, en esta llamada Mesa Social del Juego». 

La patronal ha recordado que desde hace dos años no se otorgan nuevas licencias para abrir salas de juego, moratoria que el Govern renovó en diciembre para otros dieciocho meses. Y ha desmentido que 140 salones por cada millón de habitantes en Balears sea un número elevado en comparación con el resto del Estado: «El Govern hace trampas porque no tiene en cuenta la población flotante derivada del turismo». 

«Estas empresas siempre han ofrecido un ocio recreativo y han establecido una serie de controles que en ningún momento tiene el juego público como la lotería, primitivas y la ONCE», ha señalado. «Además estas empresas tienen políticas de formación de sus trabajadores muy potentes de cara a detectar el inicio de ludopatías en sus usuarios para un adecuado tratamiento por parte de autoridades sanitarias», añadió SAREIBA. Y ha recordado que el sector genera 1.100 puestos de trabajo directos.

Juguesca celebra el freno a las nuevas licencias

Juguesca, asociación de referencia que se dedica a la prevención y tratamiento de la adicción al juego, ha estado representada en la Mesa Social del Juego que ha decidido una moratoria de nuevas licencias de salas de apuestas en las islas hasta que su número actual se reduzca hasta la mitad. «Estamos muy contentos de esta iniciativa porque era la vía necesaria para frenar toda la problemática de adicción al juego. En unos años veremos que el hecho de que se reduzca la oferta permitirá que se reduzca la problemática derivada de su uso. Siempre que vaya acompañado de prevención y de otras iniciativas. Pero era muy necesario limitar la oferta, así que damos las gracias a la conselleria por una iniciativa tan valiente y necesaria. Veremos los frutos, aunque sabemos que será tarde», ha indicado Júlia Monge en representación de Juguesca. 

Esta psicóloga clínica advierte de que el número de personas que se han acercado al juego, tanto ‘on-line’ como presencial, ha ido en aumento. «La demanda por problemáticas relacionadas con el juego ‘on-line’ ha subido por el confinamiento. Pero la demanda por el juego presencial, de apuestas deportivas, ruleta y máquinas tragaperras, que están en los salones y en los bares, se ha mantenido o incluso ha subido. Cuanto más oferta de juego, más se diversifica la demanda. Y lo que vemos es que los jóvenes están jugando a la ruleta y a las tragaperras. Por eso esta iniciativa que han presentado es tan necesaria», indicó.

Juguesca trata a personas con problemas de adicción al juego desde hace casi treinta años. La asociación se ubica en el corazón del barrio de Pere Garau, donde hay una elevada concentración de salas de apuestas.