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SANIDAD

Esperas de 7 meses para una consulta «preferente» con el médico especialista

Los facultativos estiman que una cita urgente no tendría que demorarse más de 3 semanas y sortean las esperas derivando al paciente a Urgencias

Imagen de archivo de las consultas externas de Son Espases

Quien haya usado los servicios asistenciales de Atención Primaria hace un par de décadas sabrá de primera mano como se han alargado los tiempos de espera para todo: para ser visitado por tu médico de cabecera, para someterte a una prueba diagnóstica o para realizarte una simple analítica. Por no hablar de las derivaciones al médico especialista del hospital: Un paciente denunció hace poco en las redes sociales, aportando una imagen del documento de la citación, que le habían fijado una consulta preferente con su dermatólogo del hospital General para…¡dentro de siete meses!

Varios médicos de cabecera consultados coinciden en que una cita preferente no debería demorarse más allá de las dos semanas. O tres como mucho. 

«El tiempo de espera para una consulta varía según la especialidad y el momento. Por ejemplo, derivar a un paciente al neumólogo en plena temporada de gripe conllevará esperas indudablemente. Luego hay otras especialidades, como Traumatología, con una lista de espera estructural porque hay mucha patología de estas características, tanto sobrevenida como crónica» explica una médica de familia de un centro de salud de Palma. 

Traumatología

«Traumatología, Urología y Otorrinolaringología son las especialidades que acumulan más retraso», sostiene Alfons Ramón, secretario general del sindicato médico (Simebal) que también pasa consulta en un centro de salud de Mallorca. 

Para este facultativo, lo ideal es que una cita preferente se solventase en una semana. «Menos ideal serían dos semanas aunque la realidad asistencial depende de cada especialidad», reitera.

Como también refieren algunas de sus compañeras, Ramón revela que los médicos de cabecera también tienen sus «recursos» para intentar acortar los plazos de una derivación al especialista que consideren que requiere más premura. Así, es habitual que el paciente sea derivado al servicio de Urgencias de su hospital de referencia por su propio médico de cabecera al comprobar este que, por los cauces normales, habrá de esperar largos meses para ser visitado.

«En esos casos has de derivarlo con un informe lo más documentado posible. No basta con poner que al paciente le duele la espalda, por ejemplo, para conseguir que en Urgencias se movilicen por él», explica Ramón una forma de actuar de la que también confiesa que utiliza su compañera del centro de salud palmesano.

Esta última añade que cuando las esperas son muy largas en algunas especialidades médicas, los coordinadores médicos de los centros de salud piden a sus subdirectores de área (en Mallorca hay cuatro grandes zonas asistenciales, Ponent, Migjorn, Llevant y Tramuntana y cada una de ellas tiene su hospital de referencia y centros de salud adscritos a él) soluciones que pueden llegar de la mano de más consultas realizadas en horario vespertino.

En lo que sí coinciden los especialistas consultados es que en ocasiones da igual pedir una cita normal o preferente. Que los tiempos de espera en una y otra modalidad son exactamente los mismos pese al superfluo calificativo de «preferente».

Solicitud al buzón

Mientras antes el paciente solía salir de la consulta de su médico de cabecera ya con su cita con el especialista en la mano, ahora en muchas ocasiones esta segunda cita queda pendiente en un buzón, a la espera de que el servicio hospitalario contacte con el paciente. «Pero lo normal es que antes el paciente, preocupado, vuelva al centro de salud para preguntar por su cita pasados uno o dos meses. Es entonces cuando les aconsejamos que llamen a los servicios de atención al paciente de su hospital, porque desde esos buzones pueden tardar meses en citarte para una consulta o una prueba generándote una gran ansiedad porque no sabes cuándo lo harán», admiten los médicos consultados.

Más de 60.000 personas pendientes de una cita

El manejo de las listas de espera quirúrgicas y de consultas externas, disparadas a causa del parón asistencial provocado por la pandemia de covid-19, perfila la tenue línea que separa el éxito del fracaso del Servei de salut en esta legislatura.

Tras anunciar IB-Salut a finales del pasado mes una inversión de 18 millones de euros para sufragar una actividad sanitaria extraordinaria con la que enjugarlas, los últimos datos colgados sobre las listas de espera no invitan al optimismo. 

Así, a finales de este mes de marzo había 60.244 personas en Balears esperando una cita con el médico especialista una media de 54,63 días. 

Estos datos empeoran de manera significativa la situación que se vivía hace un año, en marzo de 2021. Entonces había casi 20.000 usuarios menos en esta situación, 40.917. Pero lo más preocupante, según la premisa que siempre defiende el director general del Servei de Salut, Juli Fuster, es que si entonces aguardaban una media de 40,30 días esa consulta, ahora lo hacen 54,63 días, dos semanas más. No solo hay más pacientes aguardando, sino que lo hacen durante más tiempo. Como está temporalmente derogado por la pandemia de covid-19, resulta baladí hablar del decreto de garantía de demora (salvaguarda asistencial que obligaba al IB-Salut a garantizar una consulta con el especialista en menos de dos meses o una operación en menos de seis). No obstante, si hace un año había 7.721 personas en disposición de acogerse a él, ahora son 18.470, un 139% más.

La lista de espera quirúrgica también ha crecido. Este marzo había 15.130 personas aguardando un quirófano, 1.302 más que hace un año (9,42%). Pero esperaban menos. Seis días menos que en marzo de 2021 para aguardar ahora un promedio de 130.96 días. 

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