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Los megayates se reparan en Mallorca: Astilleros a todo gas, pero sin clientes rusos por la guerra

Joyas como el ‘Tango’ o el ‘Zen’ han elegido Astilleros de Mallorca por su extensa trayectoria para ponerse a punto. Pese a ello, el conflicto de Ucrania ha frenado la llegada sobre todo de barcos rusos y bielorrusos

Yate reparándose esta semana en Astilleros de Mallorca.

Los caprichos del mar más lujosos e imponentes del mundo vienen a hacer la puesta a punto a Mallorca. Dos ejemplos recientes que han saltado a la prensa son el Tango, supuestamente del magnate vinculado a Putin Viktor Vekselberg e incautado provisionalmente por EE UU, y el Zen, del multimillonario chino Jack Ma. Estas joyas eligen principalmente los talleres y los profesionales de Astilleros de Mallorca, donde pueden llegar a trabajar al mismo tiempo en torno a 450 personas. «Unos cien son de plantilla, más 60 de personal de temporada, que están entre septiembre y junio. Y luego hay unos 250 de empresas auxiliares. Podemos estar trabajando en cerca de 20 proyectos en un mismo momento», explica a este diario Diego Colón de Carvajal, consejero delegado de estos astilleros ubicados en el puerto de Palma. 

En las instalaciones hay un total de 17 talleres, donde se trabaja en cualquier aspecto de los barcos. «Estamos reparando en torno a 150 ó 200 yates al año», calcula Colón de Carvajal. Se trata de barcos que están en esloras «de entre los 30 y los 100 metros». Un alto porcentaje de los que se reparan en Astilleros de Mallorca miden más de 50, «que son los de mayor valor añadido». «Normalmente son yates que vienen a hacer reparaciones a la isla, no son barcos que tienen base en Palma. Muchos barcos han tomado la isla como un centro de reparaciones y curiosamente en las estadísticas publicadas se señala que hay más yates que vienen a Mallorca a repararse que a hacer turismo». 

El 65% de los yates que vienen a repararse a Mallorca son extracomunitarios, «enarbolan banderas de conveniencia en su mayoría: de Bermudas, Bahamas, Islas Caimán, Islas Vírgenes Británicas, Islas Marshall, Islas Cook... El 30% son comunitarios. De estos últimos, predomina la bandera de Malta. Tan sólo un 5% porta bandera española», dice el CEO.

Astilleros de Mallorca cumple ochenta años, tiene una larga experiencia tanto en la nueva construcción como en la reparación. «Somos herederos de esta tradición de constructores», cuenta Colón de Carvajal. «Y hemos mantenido los oficios tradicionales y los hemos actualizado con las nuevas tecnologías», indica. «La mayoría de los operarios de los talleres empezaron su vida profesional en el único astillero de la isla, que es éste, y muchos de sus familiares también trabajaron en la empresa», añade.

Entrevista a Diego Colón de Carvajal

Entrevista a Diego Colón de Carvajal

Barcelona, Marsella o Génova, por delante de Palma

En España, la atarazana Marina Barcelona 92 (MB92) es muy competitiva por su capacidad para sacar a dique seco los yates de mayores esloras. «Palma ha sido el centro de reparación de yates más importante durante muchos años, en los 90 sin duda, pero ahora hemos perdido la posición. Barcelona, Marsella o Génova están por delante de nosotros por sus infraestructuras en relación al tamaño de la flota. Se han ido actualizando año tras año, mientras que nosotros tenemos infraestructuras que están ya por debajo del tamaño de barcos que hay», reseña. Sin ir más lejos, en Barcelona, el astillero MB92 construyó en 2019 un nuevo elevador de barcos (o shiplift) de 4.800 toneladas. Este puede desplazar hasta nueve superyates de 115 metros de eslora en un área de trabajo en seco de 30.000 metros cuadrados que integra un foso de quillas. En cambio, en Palma, el CEO explica que tienen varaderos que sacan del agua barcos de hasta 75 metros.

A Astilleros le gustaría poder renovar las instalaciones para acoger los yates de mayor eslora. «Hemos hecho una propuesta a la Autoritat Portuària que esperemos que se resuelva algún día», comenta el consejero delegado. Un proyecto que les permitiría competir con Barcelona, el sur de Francia e Italia. «Palma debería poder sacar barcos de entre 100 y 110 metros, es lo que le permitiría recuperar su posición en el mercado». 

El CEO explica que Astilleros de Mallorca donde es más competitivo es con yates de entre 50 y 80 metros que precisan de proyectos integrales que exigen coordinación, gestión, contratos globales y seguro de responsabilidad civil. «El astillero hace contrato con el cliente y gestiona todas las reparaciones», detalla. «Hay cerca de 500 empresas dadas de alta para trabajar aquí», calcula.

La tripulación

Las tripulaciones viven en su mayoría en los barcos mientras éstos están en el astillero. «Siguen realizando trabajos de mantenimiento, de menor entidad. Y tienen sus necesidades de uso de instalaciones, descarga de residuos, etc., por lo que deben estar aleccionadas en el conocimiento de la vida del astillero para no interferir en el trabajo de los profesionales», subraya Colón de Carvajal, quien hace hincapié en la fidelidad de los clientes. «Además Palma es muy atractiva para la tripulación y tiene buenas comunicaciones aéreas». 

Por otra parte, Astilleros dedica un gran esfuerzo a la formación de personal local. «Colaboramos con la universidad, con la escuela náutico-pesquera y con centros de formación profesional. En los talleres tenemos a gente en prácticas de estos centros y con la universidad tenemos el Máster en Industria Náutica, que hace cuatro años que lo hacemos. Han pasado unos 75 alumnos y de ellos casi una docena ha hecho prácticas o se ha quedado aquí en plantilla. El 80% de profesores son profesionales del sector y la gran mayoría son ingenieros navales de Astilleros de Mallorca». 

Colón de Carvajal expone que también cuentan con una dirección específica de calidad e innovación. «Estamos haciendo fuertes inversiones en digitalización para mejorar la productividad y el modelo de gestión. Asimismo, tenemos proyectos en los que colaboramos con otras empresas del sector o entidades, como la Autoritat Portuària, la UIB, el Oceanogràfic y también con el Centro Tecnológico Soermar».

Astilleros de Mallorca está por encima de los 40 millones de euros de facturación anual, «la mayoría se invierte en el capital humano trabajador. Es una industria con mucho valor añadido de trabajo personal. Hay que decir que los empleados de este sector cobran muy por encima de la media porque encontrar personal especializado con calidad suficiente para dar servicio a este tipo de clientes es difícil». 

La pandemia también ha afectado al negocio de las reparaciones de yates. «En 2020 hubo una bajada del 40% de la actividad. En 2021 se recuperó bastante y nos las veíamos felices en 2022 hasta que llegó Putin. La situación está inestable. Nos ha afectado sobre todo en aquellos proyectos que teníamos con clientes rusos o bielorrusos, pero también de otras procedencias. La gente cancela sus vacaciones», concluye.

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