Enfermeros y fisioterapeutas se concentraron ayer frente a la sede del IB-Salut para manifestar su «absoluto» rechazo a la situación de «progresivo abandono y precariedad» que sufre el sistema sanitario tras dos años de lucha contra la pandemia.
Así se expresó el Sindicato de Enfermería de Balears (Satse), afirmando que se sienten «traicionados» por parte de las administraciones públicas y partidos, que «no están cumpliendo ni uno solo de los compromisos para que hospitales y centros de salud y sociosanitarios de las islas cuenten con los recursos y medios necesarios para ofrecer una atención digna, segura y de calidad».
Otra demanda es la vuelta a la jornada laboral de 35 horas semanales y la convocatoria «con urgencia» de la carrera profesional ordinaria.
Estas reivindicaciones son «justas, necesarias y merecidas por las enfermeras», dijo el secretario autonómico de Satse Balears, Jorge Tera, quien añadió que este colectivo lleva «muchos años con precariedad y con problemas laborales».
Como ejemplo, pusieron el «vergonzoso bloqueo» que sufre desde hace más de un año la tramitación de la Ley de Seguridad del Paciente en el Congreso de los Diputados, «que está impidiendo que la seguridad asistencial esté siempre garantizada».
La concentración ayer se suma a las ya impulsadas por el sindicato el pasado 10 y 22 de febrero, y advirtieron que continuarán con otras a lo largo de los próximos meses.
Por su parte, UGT Servicios Públicos continuó también ayer con su protesta, en este caso en el Hospital de Son Llàtzer, para exigir al IB-Salut la recuperación de las 35 horas de jornada semanal entre el personal sanitario de la comunidad.
Además, el Sindicato Médico de Baleares (Simebal) y CESM han convocado una protesta a las 8:30h frente al l centro de Salud de Santa Catalina para reivindicar la atención primaria.