La solidaridad mallorquina sigue mostrándose inagotable. Dos voluntarios de la isla organizaron ayer un cumpleaños sorpresa para varios niños ucranianos, cuyo aniversario no pudieron celebrar por el conflicto bélico en su país, una celebración también para sus madres.

Todos ellos están, de momento, refugiados en el hotel COVID del Paseo Marítimo, que el Govern ha puesto a la disposición de los exiliados que huyen de la guerra.

Una decena de menores y cinco mujeres quedaron fascinados ayer por la noche cuando, al entrar en el restaurante El Balcón de María, en Santa Ponça, donde se organizó el evento, se encontraron una fiesta con aperitivos y decoración para celebrar los cumpleaños.

Los menús infantiles, además, corrieron a cargo del propio restaurante, que decidió apoyar la iniciativa.

Toda una muestra de solidaridad y camaradería que los refugiados, tras un duro viaje desde el epicentro de un peligroso conflicto bélico, agradecieron emocionados y recibieron de buen grado.