Ante la llegada constante de refugiados ucranianos a la isla, el Consell de Mallorca ha hecho un llamamiento a los ciudadanos para que canalicen toda su ayuda a través de las vías oficiales.

Con este objetivo, la institución insular ha puesto en marcha un programa autonómico, complementario al plan estatal, por el que los mallorquines podrán registrarse para ser familia de acogida de ucranianos exiliados por la guerra. Los interesados tendrán que ponerse en contacto con el Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) en el número de teléfono 900 100 444. A los solicitantes se les guiará durante el proceso de acogida y se les informará de los recursos que tienen a su abasto. También tendrán que hacer un curso y cumplir una serie de condiciones.

De momento, por este canal oficial ya hay 43 peticiones de familias que quieren dar asilo a niños, seis que se han ofrecido para cobijar a un núcleo familiar completo y tres personas ponen viviendas o pisos a la disposición de los exiliados. El IMAS se encargará de gestionar las solicitudes que lleguen, que se ingresarán en una base de datos con el fin de ampliar la oferta de acogida que ya se destina desde otras instituciones (como el Govern con el hotel Covid, en el que hay unos 300 desplazados de Ucrania).

Con todo, la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, ha insistido en la importancia de que la oleada de solidaridad que han demostrado los ciudadanos sea estructurada y coordinada a través de la vía institucional, ya que de otro modo podría haber contratiempos con la Administración, e incluso por la propia seguridad de los afectados: «En la frontera ya empieza a haber problemas de trata de mujeres y niños», ha advertido. La presidenta lo ha aclarado tras ser preguntada por el convoy humanitario que ha llegado esta mañana al Port de Palma y que, según confirmó, no recibirá el apoyo del IMAS al haberse organizado al margen de los organismos oficiales.

Desde la institución también han recordado que el período de acogida dependerá de lo que dure el conflicto bélico, pero podría llegar a ser más de un año. En este sentido, el plan estatal fija que las familias han de tener predisposición para dar cobijo a los exiliados como mínimo seis meses.

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Por otro lado, Cladera ha comunicado que la entidad que dirige ha ampliado hasta los cinco millones de euros —provenientes de la movilización de remanentes tras liquidar los presupuestos— la partida destinada a municipios para reforzar la labor de los servicios sociales ante la guerra derivada de la invasión rusa. 

La presidenta también ha anunciado que el Consell amplía su aportación al Fons Mallorquí de Solidaritat con una partida extraordinaria de 100.000 euros para cooperar en el país con ayuda humanitaria. En esta línea, ha recordado a la sociedad que «la mejor manera de ayudar son las aportaciones económicas» y que hay una cuenta corriente del Fons con este propósito. Varios ayuntamientos canalizan ya sus ayudas mediante esta vía, ha asegurado Cladera.