La pandemia ha dejado secuelas en la salud mental de una población vapuleada por un confinamiento, seis olas de contagios y la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria. Dos años de incertidumbre que en Balears se han traducido en un «tsunami» de casos de trastornos de salud mental, ha descrito Joan Salvà, jefe de servicio de Psiquiatría de Son Espases. «Son casos no tan graves como ansiedad, depresión o estrés postraumático, pero que nos están desbordando. Esa es la realidad», ha advertido. 

Este especialista ha sido uno de los ponentes en una mesa redonda sobre salud mental celebrada en Son Espases que ha contado con la participación del coordinador de Salud Mental de Balears, Oriol Lafau, y del catedrático de Psiquiatría de la Universitat de les Illes Balears, Miquel Roca. 

Salvà ha indicado que el hospital de referencia abrió una consulta postcovid que a día de hoy sigue a 1.500 personas afectadas por algún tipo de trastorno ocasionado en el contexto de la pandemia. Entre ellos, cuarenta profesionales sanitarios, contactos estrechos de un virus que les ha provocado insomnio, ansiedad, agotamiento laboral y estrés postraumático. Dos de cada tres son mujeres y el 50%, enfermeras.  

Roca ha señalado que los trastornos mentales en los que más ha incidido la pandemia han sido los de tipo adaptativo, depresivos y de ansiedad. «Aunque no se puede generalizar, la crisis sanitaria ha afectado más a quienes han padecido la enfermedad, han perdido a alguien o han trabajado en primera línea», ha subrayado. 

Y ha reclamado «reposar el aluvión de estudios y cifras» sobre el tema surgidos en los últimos meses. «Soy editor de una revista de psiquiatría y hemos recibido una cantidad de artículos que han desbordado a los revisores. Se ha creado una situación de gran alarma que por un lado ha ido muy bien para que la salud mental sea prioritaria dentro de las políticas de salud. Pero ahora tenemos que reposar los datos para ver cómo incide a medio y largo plazo lo que ha ocurrido en estos últimos años», ha expresado Roca, que ha considerado que el impacto de la pandemia en la salud mental no se verá hasta dentro de «dos o tres años»

Asimismo, ha llamado la atención sobre el hecho de que estos trastornos mentales más frecuentes «han recaído sobre todo en la Atención Primaria». En cambio, ha destacado que casos menos comunes y más graves como trastornos bipolares, esquizofrenia o depresiones melancólicas no han tenido tanta incidencia pese a la pandemia.

Esta afirmación ha sido matizada en el turno de preguntas por Miguel Echevarría, jefe del servicio de Psiquiatría de Son Llàtzer: «No hay una mayor incidencia de casos graves, pero aún así nos han desbordado porque muchos pacientes que estaban estabilizados están ingresando. Y nuestros dispositivos no tienen capacidad para absorber ese trabajo. Ha habido un agravamiento claro de esas patología, estamos completos desde que empezó la pandemia y eso no había pasado nunca». 

Lafau ha dado un dato que pone de relieve la importancia de la Atención Primaria en este contexto. «En estos momentos uno de cada dos pacientes que van al médico de Atención Primaria lo hacen por un problema de salud mental», ha destacado el coordinador autonómico. 

Este experto ha lanzado una reflexión. «La salud mental ha sido una disciplina a la que siempre se había mirado por encima del hombre. Por ejemplo, no hemos mirado cara a cara al suicidio. Muchas veces hemos tenido que remar con el viento en contra pero desde 2015, cuando asumí la coordinación de salud mental, comprobé que este ámbito sería una prioridad para la conselleria. Por fin se nos está mirando como se nos debería haber mirado desde hace muchos años», ha señalado.