El Colegio de Médicos de Balears (COMIB) ha revelado hoy que el año pasado se produjeron 19 agresiones a facultativos mientras estaban ejerciendo sus funciones y que esta cifra suponía un incremento del 20% con respecto a los 16 ataques registrados el año precedente, ha explicado Rosa Robles, secretaria general del COMIB, en una comparecencia ante los medios de comunicación en la que también ha resaltado que han detectado un incremento de las agresiones telemáticas, básicamente amenazas e insultos por vía telefónica, con motivo de la asistencia obligada por esta vía con motivo de la pandemia de covid-19.

El 63% de las agresiones tuvieron como objeto a médicos de sexo masculino y el 31% de ellas se produjeron en los centros de salud, el 26% en los hospitales, el 10% en las urgencias de Primaria y el 5% en los servicios de urgencia hospitalarios, ha detallado Robles añadiendo que el 68% de los ataques se sustanciaron en el ámbito sanitario público y el 32% en clínicas y hospitales privados.

"Inequidad absoluta"

En este punto, Robles ha lamentado que las agresiones a los médicos que trabajan en el ámbito privado no tienen la misma calificación ni penas que las ejercidas contra facultativos que desarrollan su labor en el Servei de Salut, circunstancia que la secretaria general del COMIB no ha dudado en calificar de "inequidad absoluta".

Alfredo Rodríguez, responsable de la Policía Nacional que se dedica a erradicar las agresiones a los sanitarios, ha explicado que esta diferencia obedece a que en la modificación del artículo 500 del Código Penal acometida en el año 2015 para aumentar las penas contra las agresiones al personal sanitario al considerarlas como un delito de atentado contra la autoridad se especificaba que el agredido debía ser un funcionario público en el ejercicio de sus funciones, requisito que no cumplen los médicos que trabajan en el ámbito privado. Ni siquiera los que, siendo funcionarios estatutarios del Servei de Salut, fueran agredidos en la clínica privada en la que pasan consulta por las tardes, ha subrayado el presidente colegial José Manuel Valverde, también presente en la comparecencia.

Por su parte, Víctor Fernández jefe del servicio de seguridad del Servei de Salut, ha revelado que tienen contabilizadas 705 agresiones en 2019, 572 en 2020 y 502 el año pasado. Unas cifras decrecientes que ha atribuido a la menor asistencia presencial durante estos dos años de pandemia. El responsable del IB-Salut ha recordado que sus cifras, a diferencia de las ofrecidas por el Colegio de Médicos, contemplaban las agresiones a todo el personal sanitario y no únicamente a los médicos. Dicho esto, ha matizado que de las 502 agresiones registradas el año pasado 80 fueron físicas y 422 verbales y que el objeto de estos ataques fueron, mayoritariamente, médicos, enfermeras y los administrativos que trabajan en los servicios de admisión.